Los estadounidenses escogen a los 435 miembros de la Cámara de Representantes, 35 de los 100 senadores y 36 gobernaciones, así como miles de puestos locales y estatales.
En esos territorios destaca la batalla por el Senado en Indiana, donde el demócrata Joe Donnelly pelea por mantener su asiento contra el republicano Mike Braun, mientras en Kentucky sobresale la lucha por el 6º distrito congresional, ahora en manos del republicano Andy Barr, quien se enfrenta a la demócrata exmarine Amy McGrath.
La fuerte polarización política que vive Estados Unidos bajo la presidencia de Trump, quien despierta igual pasión entre defensores y detractores, apunta a una mayor participación de los ciudadanos que en otros comicios de este tipo.
Las encuestas aventuran un incierto resultado electoral, por lo que pronostican una larga noche antes de conocerse la nueva composición del Congreso.
Los sondeos dibujan un panorama favorable para los demócratas en la Cámara de Representantes, donde necesitan ganar 23 escaños para recuperar una mayoría que los republicanos han ostentado desde 2011.
En el Senado, por el contrario, el mapa es mucho menos favorable para los progresistas, donde tienen que defender más asientos que los republicanos, y en estados especialmente conservadores.
Actualmente, los republicanos tiene una mayoría de 51 a 49 en la Cámara Alta, y los sondeos apuntan a que la mantendrán.