Los gases de efecto invernadero, una de las principales causas del calentamiento global, alcanzaron niveles récord de concentración en la atmósfera en 2017, informó este jueves la ONU, que urgió a actuar para invertir esta tendencia.
“Los datos científicos son inequívocos. Si no se reducen rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero, y en particular de CO2 [dióxido de carbono], los cambios climáticos tendrán consecuencias irreversibles y cada vez más destructoras para la vida en la Tierra”, declaró Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
“El periodo propicio para actuar está a punto de acabarse”, advirtió, pocos días antes de la COP 24 sobre el clima, que se celebrará en diciembre en la ciudad polaca de Katowice.
Durante esta cumbre, la comunidad internacional tiene que finalizar el Acuerdo de París para alcanzar el objetivo de limitar el calentamiento climático a menos de 2 °C, o 1,5 °C, respecto a la era preindustrial. El acuerdo insta a los países a revisar al alza sus compromisos, que por ahora llevan a un calentamiento por encima de los 3 °C.
“La tendencia es preocupante. Hay una diferencia entre la ambición y la realidad”, reconoció el profesor Pavel Kabat, director del Departamento de Investigación de la OMM, en una rueda de prensa.
“No podemos tener personas sanas, con acceso a alimentos, a agua potable y a un aire limpio sin ocuparse del cambio climático”, advirtió la secretaria general adjunta de la OMM, Elena Manaenkova, que señaló que “el calentamiento del planeta es claro”.
En una carta abierta enviada el jueves a los Estados antes de la COP 24, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, exhortó a la comunidad internacional a “tomar medidas eficaces, ambiciosas y urgentes” para combatir el calentamiento. “Naciones enteras, ecosistemas, pueblos y modos de vida podrían simplemente dejar de existir”, observó.
Según la OMM, las concentraciones en la atmósfera de dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), tres gases de efecto invernadero, volvieron a aumentar el año pasado para establecer “nuevos récords” a escala global.
Y “nada indica una inversión de esta tendencia, que sin embargo es el factor determinante del cambio climático, de la elevación del nivel del mar, de la acidificación de los océanos y de un aumento del número y de la intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos”, señala la OMM.