Los días 30 de noviembre y 1 de diciembre, Buenos Aires se convertirá en sede de una nueva Cumbre del G20, donde líderes políticos del mundo se reunirán para debatir las claves para el futuro de la economía y el desarrollo global. Al mismo tiempo, grupos críticos se manifestarán en contra de la agenda de la cumbre por estar alejada de las necesidades de los pueblos.
A pocos días del comienzo de la nueva Cumbre del G20, la ciudad de Buenos Aires se ve revolucionada por un operativo de seguridad de enorme magnitud que amenaza con impedir el normal funcionamiento de la vida porteña.
Las noticias de la semana se centran en los cortes y cercos que el Ministerio de Patricia Bullrich está planeando para aislar a los líderes de los 20 países que participarán de las reuniones, pero las discusiones que se desarrollarán al interior de los encuentros merecen un mayor interés de los ciudadanos.
A nivel económico, durante las discusiones del G20 se intentará el acercamiento a un pacto de libre comercio que se opone a los proteccionismos locales.
En esta cumbre se retomarán discusiones que quedaron inconclusas en la última reunión de líderes en Hamburgo en 2017.
A nivel económico, se intentará el acercamiento a un Pacto de Libre Comercio en oposición a los proteccionismos locales. Los gobiernos de Estados Unidos y China están actualmente en la mira por su unilateralismo comercial, ya que los países centrales apuntan a una apertura de todos los mercados para el desarrollo de un mercado internacional con cada vez menos barreras.
A su vez, se busca un compromiso con la integridad y transparencia de las empresas estatales ya que para muchos son un foco de corrupción.
Fuera del ámbito económico, los principales conflictos se plantearán alrededor de la lucha contra el cambio climático (que implica el compromiso de los países centrales para evitar la contaminación) y la respuesta a las nuevas corrientes de migrantes y refugiados que buscan asilo en sus países.
También las problemáticas de la igualdad de género y del futuro del empleo serán tratadas durante los dos días de reuniones. Se espera que al final de los eventos se logre firmar un documento de consenso para continuar el trabajo a futuro.
Fuera del ámbito económico, los principales conflictos se plantearán alrededor de la lucha contra el cambio climático y la respuesta a las nuevas corrientes de migrantes y refugiados que buscan asilo en sus países.
La oposición al G20
Al mismo tiempo que detrás de los cercos policiales los líderes debatan sobre estas problemáticas, se desarrollarán diferentes manifestaciones en contra de la influencia del G20. La Confluencia Fuera G20, formada por organizaciones de Derechos Humanos, partidos políticos y movimientos sociales, realizará una manifestación en el Obelisco el día viernes, luego de realizar la Cumbre de los Pueblos durante los días 28 y 29 de noviembre en la plaza del Congreso.
Se oponen principalmente al poder del G20 y del Fondo Monetario Internacional (FMI) frente a la soberanía de los pueblos y buscan visibilizar las incongruencias que existen entre los debates y la realidad internacional: mientras hablan de equidad laboral promueven la desregulación y la liberalización económica y luchan contra el cambio climático siendo responsables del 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Al mismo tiempo que detrás de los cercos policiales los líderes debatan sobre estas problemáticas, se desarrollarán diferentes manifestaciones en contra de la influencia del G20.
Además de esta movilización, también se está realizando una “contracumbre” donde referentes políticos e intelectuales de la izquierda latinoamericana debaten los problemas del neoliberalismo en el marco del Primer Foro Mundial por el Pensamiento Crítico.