El expresidente insiste en que es inocente. “A él (Varela) nadie lo quiere”, dijo Martinelli al salir del hospital Santo Tomás. Exige ser atendido en clínicas y hospitales privados
La noche de este lunes, 26 de noviembre, Martinelli fue trasladado al Hospital Santo Tomás con la presión arterial alta. Su vocero Luis Eduardo Camacho aseguró que se “temía la inminencia de un infarto”.
Sin embargo tras ser atendido, Martinelli fue devuelto al Centro Penitenciario El Renacer. Había sido medicado para controlar su nivel de presión arterial y los médicos estimaron que no necesitaba permanecer en el centro médico.
Martinelli quiere que le permitan ser atendido en hospitales privados, pero hasta ahora el juez de garantías que dirigía su proceso y las autoridades de la Dirección General del Sistema Penitenciario, han estimado tras evaluaciones médicas de Medicatura Forense que en el Hospital Santo Tomás se garantirazará su atención oportuna y eficaz.
El expresidente además a su salida del hospital fue abordado por un periodistas de Telemetro al que le dijo que “Varela (El actual presidente) me tiene miedo, tiene culillo” de que sea candidato; “no quiere que yo salga y corra a un puesto de elección popular, porque él es impopular y nadie lo quiere”… dijo el expresidente.
Martinelli además reiteró que es inocente y que se han violado todos sus derechos, “no tienen competencia para juzgarme, me ha rechazado todas mis pruebas, pero con las de ellos les voy a ganar”, vociferó mientras era llevado al auto que debía trasladarlo a El Renacer donde se mantiene detenido preventivamente desde el pasado 11 de junio.
Con la mirada desencajada y algo perdida, el expresidente añadió que espera que el juicio sea rápido y aseguró que saldrá bien librado del trámite judicial al que fue llamado tras ser acusado de espionaje y peculado, en delitos por los que se pedido una condena de 21 años. “Varela me quiere matar, me tiene miedo, es un asesino”…
Más temprano, el exmandatario panameño fue llamado a juicio por la causa de supuestas escuchas ilegales que se dieron durante su mandato (2009-2014).
“Habiéndose demostrado las razones en derecho (…) que la Corte Suprema de Justicia, el pleno y este magistrado de Garantías son los competentes para conocer este proceso, procedo a dictar el auto de apertura a juicio contra Martinelli”, dijo el juez Jerónimo Mejía.
Dicho juicio se programó para el próximo 11 de diciembre a las 9:00 a.m.
El fiscal de la causa, Harry Díaz, ha pedido 21 años de cárcel contra Martinelli: cuatro por interceptación de telecomunicaciones sin autorización judicial, cuatro por seguimiento, persecución y vigilancia, diez por peculado y malversación y tres por agravante.
La violación de la intimidad se habría dado a través de la interceptación de correos electrónicos, llamadas de teléfono, tarjetas de memoria, agendas telefónicas, audios y grabaciones de conversaciones privadas.
El envío a juicio se produce días después de que dos hijos del exmandatario, Ricardo y Luis Enrique Martinelli, fueran detenidos en Miami por problemas migratorios.
Ambos son acusados de cobrar sobornos de la empresa brasileña Odebrecht y tenían alerta roja de Interpol.
La advertencia de Marta
Hace dos días, la esposa de Martinelli escribió a través de su cuenta de Twitter: “Que se prepare uno de los distinguidos candidatos que sus maleanterías y oscuro pasado quedarán expuestos. ¡Todo está documentado! Desde ya, compro millo para ver la película del decente de la Corte. El Karma existe”.
URGENTE: Sistema Penitenciario Nacional, violá otra vez los derechos humanos del ex presidente Ricardo Martinelli, al negarle el derecho de acudir a cita con Cardiologo en el Hospital Santa Fe.; poniendo otra vez en peligro su vida. pic.twitter.com/Y14wQSLeoe
— Luis Eduardo Camacho (@camachocastro) November 26, 2018
Casi todos los acusados de corrupción, rabiblancos que pelearon del poder, atropellaron al pueblo, dejaron muertos como en Bocas del Toro, Chiriqui, Colón, hablaban burlándose de sus opositores, regaba gravaciones telefónicas y permitía que se publicarán fallos, ahora está grave de muerte.
Grave están los privados de libertad, sin ningunas condición de salud, sin jucios, en la peores condiciones.
Pero los lambiscones de siempre de la rabiblanquera no se cansa de encubrir los crímenes de ese grupo.