China exigió este jueves suspender las actividades científicas de los investigadores implicados en el caso de los supuestos bebés modificados genéticamente.
“Instamos al organismo a que suspenda las actividades científicas de las personas involucradas”, indicó el viceministro de Ciencias y Tecnologías, Xu Nanping en una entrevista con la cadena CCTV. El ministerio “se opone firmemente” a estos experimentos explicó.
“Este incidente viola de manera flagrante las leyes y normas chinas, y traspasa abiertamente los límites de la moral y la ética de la comunidad universitaria”, agregó.
El investigador chino He Jiankui anunció en un vídeo difundido el pasado fin de semana en YouTube el nacimiento “hace algunas semanas” de dos niñas gemelas cuyo ADN fue modificado para volverlas resistentes al virus del sida, del que está infectado su padre.
Se trataría de un hecho mundialmente inédito. Sin embargo, el anuncio causó una gran conmoción en el seno de la comunidad internacional, tanto por razones científicas como éticas.
La Comisión Nacional de la Salud, que tiene rango de ministerio, investiga actualmente las afirmaciones del investigador.
En un comunicado, un grupo de 122 científicos chinos lamentó estos últimos días la “locura” del científico. Expertos del genoma, congregados en un coloquio en Hong Kong, condenaron también este jueves el acto “irresponsable” de He Jiankui.
Ante la polémica generada por las investigaciones, que no fueron contrastadas de manera independiente, el autor de los trabajos declaró el miércoles que hacía una “pausa” en sus ensayos clínicos.
Sin embargo, He Jiankui se declaró al mismo tiempo “orgulloso” de haber permitido el nacimiento de los dos bebés.
El científico iba en principio a intervenir de nuevo este jueves en esta segunda cumbre sobre la edición del genoma en Hong Kong, una reunión generalmente confidencial pero que obtuvo publicidad mundial debido a su anuncio.
Sin embargo He no figuraba el jueves en el programa oficial, y el presidente del comité de organización, el premio Nóbel David Baltimore, afirmó a los periodistas que fue el propio científico quien anuló su presencia, y no los organizadores.
He afirmó que ocho parejas —todas formadas por un padre seropositivo y una madre seronegativa— se presentaron voluntariamente para participar en el experimento aunque una de ellas finalmente se retractó.
También habló de “otro embarazo potencial”, que implicaría a otra pareja, aunque no precisó si este embarazo estaba en curso o terminó en aborto espontáneo.
He Jiankui, formado en la universidad estadounidense de Stanford, dice haber empleado la técnica CRISPR/Cas9, conocida como las “tijeras del genoma”, que permite sacar y reemplazar partes indeseables del genoma como si se corrigiera una errata en un ordenador.