Además de algunas descoordinaciones con los líderes participantes, también hubo problemas de conexión.
Lados buenos y malos ha tenido el desarrollo de la Cumbre G-20 en Buenos Aires Argentina. Desde el jueves, ya se informó de una descoordinación para recibir al presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien debió saludar a un operario del aeropuerto en vez de a una comitiva que lo esperara.
Asimismo, los intérpretes del himno nacional de China pasaron una vergüenza cuando confundieron al presidente de ese país, Xi Jinping con otro chino. Ello pues empezaron a entonar la canción cuando bajó uno de los hombres del mandatario y, cuando el real Jefe de Estado comenzó a bajar la escalera, detuvieron la interpretación y comenzaron de nuevo.
Sin embargo, eso no fue todo: este viernes a eso de las 14:00 en adelante comenzó a registrarse graves problemas en la sala de prensa del Centro Parque Norte. La señal del wifi no llegaba y las conexiones vía cable, lo hacían de forma intermitente.
De esta manera, aquellos periodistas que poseían roaming internacional o bien, un chip de alguna compañía argentina tuvieron el privilegio de despachar sus notas como quisieron.
Pese al enojo de algunos profesionales de la comunicación, no todo fue malo para estos esforzados trabajadores, en los que el redactor de este artículo también se incluye (por lo esforzado, sobre todo).
Ello pues tras el problema informático, vino algo que dejó a muchos contentos: la entrega de vinos en un novedoso dispensador, instalados en los salones destinados al comedor del recinto.
Tanto la comida como la bebida era gratis, en modalidad de autoservicio. Así, con el objetivo de evitar que las botellas estuvieran desparramadas por todas partes, se instaló un dispensador con vinos de diversas cepas, entre ellas Rosé y Malbec.
El modo de empleo de estas novedosas máquinas se puede ver en el siguiente video: