La JMJ costará 54 millones de dólares, en parte aportados por patrocinadores y donantes.
Unas 200.000 jóvenes, la mayoría de América Latina, participarán en enero en Panamá en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), presidida por el papa Francisco, un número que podría duplicarse, indicó este martes en Roma el arzobispo José Domingo Ulloa, entre los organizadores del evento.
“Es todo un desafío para nosotros. Aunque estamos preparados para recibir al doble de personas”, reconoció el religioso panameño.
Panamá será sede entre el 23 al 27 de enero de la primera edición en Centroamérica de la Jornada Mundial de la Juventud, lo que constituye un reto debido a que cuenta con una población de 4 millones de habitantes, la gran mayoría católica.
“Como Iglesia y como Estado estamos preparados para recibirlos”, reiteró Ulloa tras mencionar los temas que el papa argentino abordará con la juventud latinoamericana: pobreza, narcotráfico, medio ambiente, inmigración, el papel de la mujer.
“Nuestros jóvenes necesitan, en especial en Centroamérica, que les den una oportunidad” de cara a “la cruda realidad, ya que se ven forzados a emigrar o caen en manos del narcotráfico”, explicó.
“Estamos convencidos de que el papa Francisco seguramente encenderá la llama de la esperanza”, aseguró.
“La reciente imagen de las caravanas de inmigrantes en Centroamérica, con su dolor y su sufrimiento, estará muy presente”, reconoció Ulloa.
Las nuevas generaciones de católicos latinoamericanos que asistirán a la JMJ, entre ellos numerosos colombianos y costarricenses, serán llamados a ser “gestores de la transformación de sus países” y a alzar sus voces para que “este mundo cambie”, subrayó el religioso.
Para facilitar la asistencia al evento de los jóvenes de todos los continentes, las autoridades de Panamá han movilizado a sus consulados en todo el mundo y cursado invitaciones a los presidentes de la región, entre ellos el presidente de Colombia, Ivan Duque, quien ya confirmó su presencia.
Un convenio fronterizo facilitará el flujo de peregrinos desde México hasta Panamá, precisó por su parte Danubia Allard, del ministerio de Relaciones Exteriores panameño.
La gran “fiesta” de la juventud latinoamericana contará con 37.000 voluntarios de distintas nacionalidades, entre ellas un grupo de polacos que llegará a bordo de un buque escuela.
“Queremos ser transparentes en todo”, admitió Ulloa tras recalcar que “con mucho esfuerzo estamos tocando los corazones”.
“Es que queremos que jóvenes sin posibilidades puedan participar en el encuentro”, explicó.