Cincuenta años después de que el hombre pisara la Luna por primera vez, el satélite natural de la Tierra vuelve a despertar interés en 2019 entre los países con aspiraciones espaciales.
China se convirtió el jueves en el primer país que alunizó en la cara oculta e inexplorada del satélite, confirmando así su estatuto de potencia espacial.
Es la segunda vez que China envía un módulo para explorar la superficie lunar después del “Yutu” (“Conejo de Jade”) en 2013, que estuvo activo durante 31 meses.
La sonda “Chang’e-4” se posé en el valle Aitken. Su robot móvil, “Yutu-2”, comenzó a desplazarse sobre esta superficie invisible desde la Tierra. “En cualquier caso, independientemente de lo que descubran los chinos, el impacto científico será significativo”, estimó Michel Viso, de la agencia espacial francesa CNES.
En el transcurso de este año, China prevé lanzar otra sonda (“Chang’e-5”) para extraer muestras del suelo y traerlas a la Tierra.
Hasta ahora, sólo tres países han logrado aterrizar en la Luna, situada a unos 384.000 kilómetros de la Tierra: Rusia, Estados Unidos y China. Y doce astronautas estadounidenses caminaron sobre el satélite en seis misiones entre 1969 y 1972.
India es uno de los países que espera unirse al club enviando la misión “Chandrayaan-2”, que incluirá un tren de aterrizaje, un robot móvil indio y “un mini-robot europeo construido en Holanda”, precisó Bernard Foing, astrofísico de la Agencia Espacial europea(ESA).
Se espera que la misión sea lanzada por la Agencia Espacial india en febrero, según este experto, director del grupo de trabajo internacional de exploración lunar. India ya abía enviado una primera misión (“Chandrayaan-1”) para orbitar alrededor de la Luna en 2008.