Sánchez Moro, miembro del Partido Revolucionario Democrático, no ha tomado vacaciones desde que tomó posesión del cargo en el 2014.
El alcalde de Arraiján Pedro Sánchez Moro, deberá tomar 4 meses de vacaciones luego que el Consejo Municipal de Arraiján tomara esta decisión mediante una resolución aprobada durante una sesión celebrada este 11 de enero.
La propuesta fue presentada por la alcaldesa encargada, Militza Palma, en la reunión a la que asistieron siete de los ocho representantes. La votación final fue de 5 votos a favor y 2 abstenciones, señala un comunicado.
Agrega el comunicado, que Sánchez Moro, miembro del Partido Revolucionario Democrático, no ha tomado vacaciones desde que tomó posesión del cargo en el 2014.
La Comisión también fundamentó la decisión de dar vacaciones a Sánchez Moró, en los artículos 17, 233 Y 242 de la Constitución que confiere a los Consejos Municipales la facultad de fiscalización de la administración municipal, así como la Ley 106 que también les otorga esa facultad, para autorizar las vacaciones del alcalde.
El pasado 20 de diciembre, el alcalde fue suspendido de su cargo tras una confirmación del Ministerio de Gobierno sobre una resolución que emitió la Gobernación de Panamá Oeste el 12 de enero de 2018, en la que ordenó la separación del alcalde, tras haber omitido su deber constitucional y legal de dar funciones a la vicealcaldesa.
Este viernes, el Consejo Municipal de Arraiján se mostró preocupado por un informe de Tesorería que certifica el estado negativo de las finanzas, por lo cual hará uso de sus facultades de fiscalización con miras a adoptar medidas convenientes para mejorar las arcas municipales.
La nota agrega que el Municipio afronta un déficit de 3 millones de dólares, lo que genera problemas como el retraso en el pago de salarios, del XIII mes, pago de la cuota obrero/ patronal al Seguro Social con las consecuencias negativas para los trabajadores y sus dependientes, atraso en los compromisos con los bancos y demás entidades financieras, suspensión del crédito de combustible y de casas comerciales, lo que “virtualmente paraliza la gestión municipal”