El papa “quiere que el encuentro sea una reunión de pastores, no un congreso de estudios”, dijo.
Los obispos de todo el mundo, convocados para fines de febrero por el papa Francisco para tratar sobre los abusos de menores en la Iglesia, aplicarán luego reglas concretas, explicó este miércoles el Vaticano.
Para papa “es fundamental de que al regresar a sus países, a sus diócesis, los obispos que vengan a Roma sean conscientes de las reglas que deben aplicar y, por lo tanto, tomen las medidas necesarias para evitar los abusos, así como para proteger a las víctimas y para que ningún caso sea encubierto u ocultado”, explicó el director interino de la sala de prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti.
El papa “quiere que el encuentro sea una reunión de pastores, no un congreso de estudios”, dijo.
Unos 180 participantes, entre ellos los presidentes de las conferencias episcopales así como líderes de las Iglesias orientales, representantes de congregaciones religiosas y de la Curia romana, se reunirán del 21 al 24 de febrero en presencia de Francisco.
La reunión, anunciada en septiembre, ha generado grandes expectativas entre las víctimas de abuso sexual, que exigen una reforma interna así como acciones concretas.
El fenómeno ha afectado la credibilidad de la Iglesia, que se ha visto aún más desacreditada en 2018 por las escándalos en Chile, Estados Unidos y Alemania.
Gisotti reconoció que si bien el encuentro genera grandes expectativas, es necesario tener en cuenta que “la Iglesia católica no está en el punto de partida en la lucha contra los abusos”, ya que desde hace más de quince años la institución los combate.
“La expectativa de los medios de comunicación es excesiva”, advirtió la semana pasada en el portal oficial del Vaticano, el nuevo “director editorial”, el periodista Andrea Tornielli, entre los hombres más cercanos al papa argentino.
“Normas, leyes, códigos, procedimientos refinados y precisos no son suficientes sin un cambio de mentalidad”, aseguró Tornielli repitiendo lo escrito por el papa recientemente en una larga carta a los obispos de Estados Unidos.
Para responder a los escándalos por los abusos sexuales y de poder, es necesario “un corazón libre de compromisos y aparentes certezas”, advirtió el papa argentino.
Francisco pidió “no sólo una nueva organización sino la conversión de nuestra mente (metánoia), de nuestra manera de rezar, de gestionar el poder y el dinero, de vivir la autoridad así también de cómo nos relacionamos entre nosotros y con el mundo”, recalcó.