Once personas murieron este jueves en el violento estado de Veracruz, en el este de México, en dos enfrentamientos entre criminales y fuerzas de seguridad ocurridos en dos localidades céntricas de la entidad, informaron autoridades.
El primer incidente ocurrió en el municipio de Tierra Blanca cuando un grupo de pistoleros emboscó a una patrulla de la policía estatal con la intención de rescatar a uno de sus cómplices que había sido arrestado por los agentes.
El sujeto detenido “manejaba un camión con mercancía robada”, según un informe policial al que tuvo acceso la AFP, y tras su arresto un grupo de delincuentes que custodiaba al vehículo decidió seguirlos y atacar a los policías.
En el ataque un agente perdió la vida y otros dos resultaron heridos mientras que “cuatro civiles armados perdieron la vida cuando la policía repelió la agresión”, según una fuente del ejército mexicano que pidió mantener su identidad en reserva.
El otro incidente tuvo lugar en Playa Vicente, unos 117 km al sureste de Tierra Blanca, cuando la policía se enfrentó a un grupo de delincuentes que llevaban secuestradas a cuatro personas, según la misma fuente militar.
Según el parte policial, el secuestro de un productor de ganado en Playa Vicente activó un operativo para rescatarlo que terminó en un enfrentamiento entre policías y un convoy de secuestradores.
La disputa terminó con la muerte de cuatro de los criminales y de otras dos personas, al parecer víctimas del secuestro.
El productor ganadero y una persona más fueron rescatadas con vida.
La policía presume que los secuestradores serían miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación, uno de las bandas de narcotraficantes más poderosas de México.
Veracruz, que se extiende a lo largo de la costa del Golfo de México, es un paso importante de las rutas de tráfico de drogas entre México y Estados Unidos, lo que lo convierte en terreno de violentas disputas territoriales entre grupos criminales rivales.
Más de 200.000 asesinatos han ocurrido en México desde que a finales del 2006 el gobierno lanzó una polémica ofensiva militar contra el crimen organizado, según datos oficiales que no detallan cuántos casos están ligados al combate a la criminalidad.