Otrora vilipendiada en China por haberse convertido en un símbolo subversivo, la cerdita rosa Peppa Pig, personaje de unos populares dibujos animados británicos, ha pasado a ser una verdadera estrella en la víspera de la llegada del Año del Cerdo.
El martes empieza el Año Nuevo lunar. Y, desde hace varias semanas, la cerdita Peppa Pig ha invadido las estanterías de las tiendas, de las cajas de galletas a los peluches, pasando por estuches o los llaveros.
Muy criticada el año pasado por un medio estatal, que la acusaba de ser utilizada como un símbolo de la contracultura, este año vuelve con fuerza al cine (“Peppa Pig celebra el Año Nuevo chino”), en un filme que se estrena esta semana.
En este largometraje, producido por China y Reino Unido, la cerdita estará acompañada de dos nuevos amigos, “Jiaozi” (ravioli) y “Tang Yuan” (albóndiga de arroz viscoso), llamados así en alusión a dos especialidades culinarias chinas típicas de las fiestas.
Peppa Pig cuenta las aventuras de una joven cerdita burlona a la que le gusta saltar en el barro, de su hermano George y de sus padres. Sus dibujos son muy populares entre los niños chinos.