El opositor Juan Guaidó llegó el domingo a Bogotá para arreciar la presión contra el gobierno de Nicolás Maduro, tras el fallido paso de ayuda a Venezuela que dejó dos muertos y cientos de heridos en las fronteras con Colombia y Brasil, y que provocó repudio internacional.
Juan Guaidó, autoproclamado presidente interino que cuenta con el reconocimiento de medio centenar de gobiernos, llegó a la capital colombiana para participar en la reunión del Grupo de Lima el lunes con presencia del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence.
“Hoy Venezuela se levanta nuevamente con una crisis que se pudo alivianar el día de ayer”, dijo al aterrizar en Bogotá.
Tras la fallida operación con la que pretendía pasar asistencia donada por Estados Unidos y sus aliados para paliar la peor crisis en la historia moderna de Venezuela, Guaidó pidió a la comunidad internacional dejar “abiertas todas las opciones para lograr la liberación”.
Y este domingo el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, advirtió que los días de Maduro “están contados”.
El líder opositor adelantó que en Bogotá discutirá con los cancilleres de las 14 naciones americanas del grupo “posibles acciones diplomáticas” contra Maduro.
Será la primera vez que el bloque, creado en 2017 para promover una salida a la crisis venezolana, delibere directamente con Guaidó.
La alianza de 13 Estados latinoamericanos y Canadá se reunió por última vez el 4 de febrero en Ottawa. Entonces, 11 naciones pidieron un cambio pacífico de gobierno, llamaron a los militares a reconocer a Guaidó y permitir la entrada de ayuda.
“El legítimo gobierno de Venezuela se integra formalmente al Grupo de Lima”, destacó el presidente colombiano, Iván Duque.
– Nuevos choques –
Duque visitó este domingo los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, epicentros de los violentos enfrentamientos del sábado.
Docenas de venezolanos que habían cruzado para participar en la caravana para el cruce de la ayuda humanitaria quedaron represados allí.
Del lado colombiano, se veía una fuerte presencia policial con constantes choques entre manifestantes y guardias venezolanos, aunque en menor escala que la víspera.
Nicolasa Gil llegó a Cúcuta desde Mérida. Frágil y flaca, esta mujer de 71 años pasó la noche en una calle cercana al Francisco de Paula Santander. “Me asusta pasar a mi país, porque estamos más seguros acá que allá”, dijo a AFP.
Adentro de Venezuela, las poblaciones fronterizas con Colombia y Brasil donde la víspera se registraron disturbios también presentaban choques entre manifestantes encapuchados y fuerzas estatales, mientras grupos armados irregulares sembraban el temor.
Maduro se opone al ingreso de la asistencia por considerarla el inicio de una intervención militar estadounidense. El presidente Donald Trump ha dicho que no descarta ninguna opción en Venezuela.
Los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas chavistas dejaron el sábado 285 heridos en Colombia, de ellos 255 venezolanos, y al menos dos muertos en el estado de Bolívar, limítrofe con Brasil. Además, dos camiones con insumos fueron quemados.
El viernes había muerto un mujer en choques en esa zona.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se declaró “conmocionado” este domingo por la muerte de civiles y pidió evitar la violencia.
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachellet, condenó en tanto “el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes desarmados”. Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos también rechazaron estos ataques.
Con el respaldo de Moscú y Cuba, el gobierno de Maduro logró el repliegue de la operación que pretendía ingresar a Venezuela la asistencia.
Asfixiadas por desabastecimiento e hiperinflación, unos 2,7 millones de personas han salido de la nación petrolera desde 2015, según la ONU.
– Chavismo canta victoria –
Acompañado de generales leales a Maduro, el poderoso líder chavista Diosdado Cabello consideró una “victoria” que la asistencia no ingresara.
“No pasó ni un camioncito de ayuda”, dijo este domingo en un acto en San Antonio del Táchira, limítrofe con Colombia. “Actuamos muy inteligentemente conteniendo y aflojando hasta llegar a la victoria”, manifestó.
Con el fallido ingreso Guaidó salió debilitado, según analistas, pese a que en medio y después de los choques han desertado 156 militares y policías venezolanos que pasaron al lado colombiano.
En tanto, fuentes brasileñas dijeron que tres sargentos pidieron refugio en Brasil, entre llos Carlos Eduardo Zapata, quien dijo que “en los comandos (cuarteles) militares, no hay comida. No tienen colchones, nosotros los sargentos de la Guardia Nacional estamos durmiendo en el suelo”.
“Guaidó sale debilitado” porque tras lo sucedido “no es muy claro” que el apoyo que tiene en su tierra “sea masivo”, señaló el internacionalista Rafael Piñeros.
El opositor dijo tener un millón de voluntarios dispuestos a trasladar y custodiar la ayuda, pero la participación fue mucho menor.
Guaidó cruzó a Colombia el viernes pese a una restricción de la justicia afín al chavismo que le impedía dejar el país, y no se sabe cómo volverá.
Según Duque, regresará: “Cómo no va a volver el presidente de Venezuela a su país”.
El intento de paso de la ayuda desde Colombia provocó que Maduro rompiera relaciones con Bogotá, prácticamente congeladas desde 2017.
Un grupo de diplomáticos colombianos de los consulados de Mérida y Valencia regresó este domingo a su país junto con sus familiares y cargando sus maletas, cruzando a pie el puente binacional Simón Bolívar.
El gobierno colombiano ordenó el cierre de los cuatro pasos fronterizos que conectan el departamento de Norte de Santander con Venezuela durante 48 horas para evaluar daños ocasionados por los disturbios.