El secretario de Estado destacó al gigante asiático, principal adversario estratégico de Washington y de creciente influencia en Latinoamérica, y a la Nicaragua gobernada de manera “autoritaria” por el exguerrillero Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, entre los “regímenes opresivos”.
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, apuntó contra China y Nicaragua al lanzar el miércoles el informe anual del Departamento de Estado sobre la situación de los derechos humanos en el mundo en 2018.
El secretario de Estado destacó al gigante asiático, principal adversario estratégico de Washington y de creciente influencia en Latinoamérica, y a la Nicaragua gobernada de manera “autoritaria” por el exguerrillero Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, entre los “regímenes opresivos”.
China “está en una liga propia cuando se trata de violaciones de derechos humanos”, dijo Pompeo.
“Sólo en 2018, China intensificó su campaña de detención de grupos minoritarios musulmanes a un nivel récord”, señaló, en alusión a la represión de Pekín en la región de Sinkiang, donde según la ONU casi un millón de uigures y otras minorías, en su mayoría musulmanas, están recluidas en centros de detención.
Pompeo también se refirió a Nicaragua, en la mira de Washington en los últimos meses por la violenta represión estatal y paraestatal de las manifestaciones antigubernamentales que estallaron en abril pasado.
“En Nicaragua, cuando los ciudadanos protestaron pacíficamente por beneficios de la seguridad social, recibieron disparos de francotiradores. Los críticos del gobierno se han enfrentado a una política de ‘exilio, cárcel o muerte'”, dijo el secretario de Estado.
En el país centroamericano, “los derechos humanos se deterioraron notablemente”, señala el informe, acusando a Ortega, en el poder desde 2007, de garantizar “impunidad” a cambio de lealtad.
Según el reporte, la situación ha dejado al menos 325 muertos, más de 2.000 heridos, cientos de personas detenidas ilegalmente y torturadas, y más de 52.000 exiliados en países vecinos.
– “Terrible” en Venezuela –
El informe del Departamento de Estado, que sirve de referencia al Congreso desde 1979 para determinar la ayuda exterior, repasa de manera factual el estado de unos 200 países y territorios sin hacer en general comparaciones con años anteriores.
En América Latina, pone el foco en Venezuela y Cuba, integrantes junto con Nicaragua de la “troika de la tiranía”, según la Casa Blanca.
“La situación de los derechos humanos en Venezuela es terrible”, dijo a periodistas Michael Kozak, el subsecretario que dirigió el reporte, advirtiendo de un agravamiento desde fines de 2018.
El informe dice que Nicolás Maduro fue reelegido para el periodo 2019-2025 en unos comicios que no fueron “ni libres ni justos” y da cuenta de asesinatos extrajudiciales y torturas por parte de las fuerzas de seguridad, entre ellas “colectivos” o grupos armados patrocinados por el gobierno.
Aparte de presos políticos, menciona restricciones a la libertad de expresión y de prensa, con bloqueo de señales y sanciones penales, represión violenta de manifestaciones pacíficas y “corrupción e impunidad generalizadas” de funcionarios, incluso a los niveles más altos.
De Cuba, con la cual Estados Unidos está enfrentada hace más de seis décadas y a la que acusa de dar un fuerte apoyo a Maduro, presenta un panorama similar, incluyendo un proceso viciado para elegir al presidente Miguel Díaz-Canel, torturas a disidentes, prisioneros de conciencia y restricciones a todas las libertades.
– Más suave con los aliados –
Irán, bestia negra favorita del presidente Donald Trump, también recibió duras críticas.
“El año pasado, el régimen mató a más de 20 personas y arrestó a miles sin el debido proceso solo por protestar por sus derechos”, dijo Pompeo, sobre lo que llamó un “patrón de crueldad” de cuatro décadas.
El reporte denuncia también a Teherán por contribuir a abusos contra los derechos humanos en Siria a través de su apoyo al presidente Bashar al Asad, y en Yemen por respaldar a los rebeldes hutíes que buscan controlar el país.
Pero aunque Pompeo dijo que se documentaron con “igual fuerza” los abusos de los aliados, Arabia Saudita, citada por muchas violaciones iguales a las de Irán, fue tratada con más suavidad.
El reporte incluye el asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi, calificado de “horrendo” por Kozak, pero no involucra al príncipe heredero Mohamed bin Salmán, señalado como “responsable” por el Senado estadounidense.
Corea del Norte, con el cual Trump negocia la desnuclearización y sobre cuyas violaciones de los derechos humanos hay consenso internacional, no fue mencionada por Pompeo. Y el reporte quita el adjetivo “graves” usado el año pasado al detallar los abusos.
En otro controvertido cambio semántico, el informe dice que los Altos del Golán, anexados por los israelíes luego de la Guerra de los Seis Días en 1967, están “controlados por Israel” y no “ocupados por Israel”, como antes.