El aspirante presidencial por la libre postulación insiste en que no negociará con diputados. “No hay promesas de nombramientos para nadie”
“El Estado empleador está matando, poco a poco, las ganas, el emprendimiento, la creatividad y las oportunidades de muchos panameños, y nosotros estamos comprometidos con darle la vuelta a esta situación, aunque esta no sea fácil”, dijo Lombana ante una audiencia conformada por empresarios de Veraguas, Coclé, Herrera y Los Santos.
Aseguró también que, en un eventual gobierno a su cargo, las llamadas botellas se van a ir “de una vez por todas, porque constituyen un delito, un atentado contra la ley” y que no habrá lugar para nombramientos de personas no idóneas en los puestos, ni para la creación de posiciones a la medida de nadie.
“Yo prefiero no llegar a la Presidencia de Panamá, que pactar o comprometerme como hacen los partidos políticos. En nuestra campaña no hay ninguna promesa de nombramiento para nadie, sostuvo tajantemente Lombana.
En cuanto a las dudas que existen sobre su capacidad de gobernar el país sin una estructura partidaria que lo sostenga y los inconvenientes que tendría con una Asamblea en contra, manifestó que la clave para evitar ese escenario está en manos de los propios electores, quienes tienen la opción de votar por candidatos independientes, teniendo como objetivo que la mitad más uno de los diputados sean caras nuevas.
“De esa manera, el número de diputados que quieran chantajear al Ejecutivo sería muy reducido. Si llegamos a la Presidencia haremos las reformas necesarias para que los partidos políticos recuperen su verdadera esencia, algo que hace mucho tiempo han perdido”, afirmó.
Lombana stuvo en el cierre de la Conferencia Anual de Ejecutivos, CADE 2019, versión de Azuero.