El príncipe Carlos y su esposa Camila inician el domingo la primera visita oficial de un miembro de la familia real británica a Cuba, una isla sedienta de inversión extranjera y que enfrenta el endurecimiento de las sanciones estadounidenses.
La pareja llegará a La Habana como parte de su recorrido por el Caribe, y permanecerá en la capital hasta el miércoles para después dirigirse a las Islas Caimán.
“Es simbólicamente importante, porque ningún miembro de la familia real ha estado en Cuba desde la revolución de 1959” dirigida por Fidel Castro (1926-2016), dijo a la AFP Paul Webster Hare, exembajador británico y profesor de la Universidad de Boston.
En el pasado, “el duque de Windsor había hecho una visita privada a mediados de la década de 1950” y “las visitas reales (oficiales) se utilizan como parte de la diplomacia en el sistema británico: es una forma útil de enviar mensajes, hacer contactos y avanzar en las negociaciones diplomáticas”, explicó.
¿Qué mensaje quiere entonces enviar Londres a La Habana? Al anunciar el viaje, Clarence House, la residencia oficial del príncipe Carlos, dijo que esta escala en la isla socialista, “a solicitud del gobierno británico”, permitiría “realzar (su) creciente relación bilateral” y sus “vínculos culturales”.
La visita “es parte de nuestro acercamiento de larga data con Cuba”, dijo un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, y reconoció que hay “un diálogo abierto y franco” sobre temas que los dividen, “como los derechos humanos”.
Carlos y Camila serán invitados de honor el lunes en una cena oficial ofrecida por el presidente Miguel Díaz-Canel, quien sucedió en abril de 2018 a Raúl Castro.
No está prevista ninguna entrevista con este último, actual primer secretario del gobernante Partido Comunista de Cuba.
La cita podría ser una posibilidad para que el príncipe discuta en privado el tema de derechos humanos o la crisis política en Venezuela, el mayor aliado de Cuba.
“Dudo que sea apropiado para él hacer una declaración pública de esta naturaleza, porque no es una figura política en ese sentido”, dijo Chris Bennett, director gerente de la firma asesora de inversiones The Caribbean Council.