Los secretarios de Seguridad de Estados Unidos, Honduras, Guatemala y El Salvador acordaron este miércoles en Tegucigalpa combatir a los traficantes de personas y mejorar las oportunidades de vida en el norte de Centroamérica para evitar las caravanas migratorias hacia el país norteamericano.
La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, dijo compartir las preocupaciones de los gobiernos de la región sobre “los criminales transnacionales que se aprovechan de estas poblaciones vulnerables y las llevan en un viaje muy peligroso hacia el norte”.
Nielsen participó en Tegucigalpa en la IV Reunión de Ministros y Secretarios de Estado de Seguridad de los Países del Triángulo Norte de Centroamérica y Estados Unidos.
La cita se efectuó meses después de que miles de personas de Honduras, El Salvador y Guatemala migraron en caravanas masivas con la intención de llegar a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida y huyendo de la violencia criminal que azota a sus comunidades.
En la declaración final de la cita, los ministros acordaron “desarrollar operaciones conjuntas entre las policías de los países con el objetivo de combatir las estructuras criminales de la región”.
Nielsen destacó que las organizaciones criminales “están motivadas exclusivamente por el dinero y son una amenaza importante y persistente contra nuestra seguridad colectiva”.
Por su parte, el presidente hondureño Juan Orlando Hernández recordó que los países de la región han venido desarrollando planes para fortalecer la seguridad, la economía y el desarrollo.
“Una Centroamérica en paz es una buena inversión para Estados Unidos y para nuestros pueblos centroamericanos”, enfatizó Hernández.
El ministro de Seguridad de El Salvador, Mauricio Landaverde, manifestó que en las reuniones los gobiernos buscan definir estrategias que permitan atender las caravanas, que definió como “una nueva forma de movilidad en la región”.
La caravanas provocaron la irritación del presidente Donald Trumpo, quien impulsa la construcción de un muro en la frontera con México y desplegó miles de efectivos militares para reforzar a la policía fronteriza con el fin de frenar la masiva inmigración.