Diecisiete pasajeros, entre ellos cuatro niños, murieron en el incendio de un autobús interprovincial dentro de una terminal ilegal de Lima, en una tragedia que puso de relieve el caos del transporte público en Perú.
Las llamas surgieron en la parte trasera del segundo piso del autobús cuando acababa de recoger pasajeros el domingo en la noche en la terminal de Fiori, a un costado de la ruta Panamericana, en el populoso distrito limeño de San Martín de Porres.
Los aterrados pasajeros intentaron escapar, pero se obstruyeron unos a otros, mientras las llamas y el humo cubrían velozmente el vehículo, en uno de los peores accidentes ocurridos en la capital peruana en las últimas dos décadas.
“Al momento de querer evacuar el segundo nivel del ómnibus todas (las personas) han quedado atrapadas en la bajada hacia el primer nivel”, dijo el jefe de bomberos Mario Casaretto.
Un alcalde local sugirió que el autobús, que prestaba servicios con sus papeles en regla, llevaba combustible en el segundo piso.
Inicialmente los bomberos habían dicho que los muertos eran “al menos 20”, pero la cifra fue rebajada a 17 por la fiscalía este lunes, al concluir la revisión de los restos calcinados del bus.
Otros siete pasajeros resultaron heridos y fueron llevados a dos hospitales cercanos, mientras el chofer y su asistente permanecían detenidos a la espera de declarar ante la fiscalía.