Al menos 207 personas, entre ellas 35 extranjeros, murieron y centenas resultaron heridas este domingo en atentados contra tres iglesias que celebraban la misa de Pascua y cuatro hoteles de lujo en Sri Lanka.
Ante la gravedad de la situación, el gobierno ordenó un toque de queda de duración indeterminada que entró en vigor este domingo y el bloque temporario de las redes sociales.
El balance de los atentados podría agravarse pues se registraron más de 450 heridos en estos ataques de una violencia inusual, que todavía no fueron reivindicados.
Se trata del episodio más violento ocurrido en el país desde el fin de la guerra civil, hace una década.
Fuentes médicas indicaron que entre los 160 fallecidos se encontraban ciudadanos británicos, holandeses y estadounidenses. Además entre los heridos figuran británicos y japoneses. Un portugués también falleció, según la agencia de noticias portuguesa LUSA.
Por la mañana, en Colombo, se produjeron ataques en tres hoteles de lujo y en una iglesia que causaron al menos 64 muertos, según una fuente policial.
Por la tarde, al menos dos personas murieron en una nueva explosión en un cuarto hotel, situado en Dehiwala, en la periferia sur de la capital. En Orugodawatta, al norte de Colombo, un kamikaze se inmoló en un edificio y mató a tres policías, según la policía.
En Negombo, al norte de la capital, 67 personas perdieron la vida en una iglesia y otras 25, en una iglesia de Batticaloa, en el este de la isla.