Amazon es el minorista en línea más grande del mundo y la selva del Amazonas es la más grande del mundo. La pregunta sería a quién pertenece el nombre.
SÃO PAULO —Este es el centro de una batalla épica entre el titán tecnológico Amazon.com y ocho países sudamericanos que poseen partes de la selva.
Está en juego el nombre del dominio “.amazon” y quién debería controlarlo en internet.
Amazon.com podría usar el nombre para promover su marca y su mercadotecnia. Sin embargo, a las naciones que se oponen a la solicitud de la empresa les preocupa que una corporación tenga el control simbólico de un nombre que es sinónimo de su legado. Además, también tienen en mente asuntos más mundanos, como la posibilidad de que sus propias industrias de turismo pudieran perder la oportunidad de usar viajes.amazon, hoteles.amazon y otros nombres de dominio.
“Es un asunto técnico, pero también muy emocional”, comentó Achilles Emilio Zaluar Neto, director de asuntos tecnológicos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, quien apuntó que Jeff Bezos, el fundador de Amazon.com, nombró a su empresa en honor al río Amazonas.
“Hemos escuchado discursos potentes de políticos en el Amazonas”, mencionó. “Creen que en términos simbólicos una empresa está quitándoles su legado”.
El enfrentamiento data de 2012, cuando Amazon.com presentó una solicitud para usar el nombre de dominio .amazon ante la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN), el órgano independiente que supervisa las direcciones web a nivel mundial.
Brasil y Perú, dos de los países que forman parte de la región de la cuenca del Amazonas, protestaron ante la ICANN, la cual toma la decisión final en este tipo de asuntos. Con el tiempo, Colombia, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Guyana y Surinam también sumaron fuerzas para bloquear la iniciativa de la empresa.
“No es el problema clásico entre dos partes distintas que solicitan el mismo nombre”, comentó Rodrigo de la Parra, vicepresidente regional para Latinoamérica y el Caribe de la ICANN. “Los gobiernos no solicitaron .amazon, solo les preocupa el uso que le pueda dar una empresa privada por el patrimonio cultural y natural de la región”.
De alguna manera, el debate es similar al de las marcas registradas, pero está ocurriendo en el ilimitado y relativamente nuevo espacio del internet, donde las reglas todavía se están definiendo.
Todo empezó en una época en la que la cantidad de nombres en internet se expandía a gran velocidad. Se estaban aprobando nuevos códigos para países, como .ca para Canadá. Poco después, en 2012, se realizaron hasta dos mil solicitudes de dominios de alto nivel para marcas como .avianca, así como para nombres como .abogado y .gay, y para nombres geográficos como .nyc, para la ciudad de Nueva York.
Amazon.com fue un participante muy activo en la apropiación de espacios en el internet de 2012, la cual tenía como objetivo apoderarse del territorio y el control. La empresa no solo solicitó .amazon, sino que también quería .shop, .game, .mobile, .free y muchos otros nombres de dominios.
“Pasamos ocho años definiendo las reglas y desalojando a los ciberokupas”, comentó De la Parra. Una de las reglas que establecieron fue que las solicitudes de nombres geográficos requerían de la aprobación de los gobiernos locales o regionales. Los nombres de dominios nacionales ya habían sido asignados.
Se aprobaron nombres como .nyc y .rio. Sin embargo, en el caso de .patagonia, por ejemplo, el fabricante de ropa deportiva Patagonia, Inc., retiró su solicitud para adquirir el dominio después de que se opusieron Argentina y Chile.
No obstante, Amazon.com ha persistido.
La empresa se rehusó a comentar para este artículo. Sin embargo, en una carta enviada en 2017 a la ICANN, Brian Huseman, el vicepresidente de Políticas Públicas de Amazon, escribió lo siguiente: “En repetidas ocasiones, Amazon ha buscado trabajar con los gobiernos interesados para encontrar una solución amigable, con el fin de explorar cuál es el mejor uso que le podemos dar a .amazon en nuestro negocio sin dejar de respetar a la gente, la cultura, la historia y la ecología de la región amazónica”.
Huseman escribió que la empresa había propuesto la creación de dominios que reflejaran el nombre de la región en las lenguas que se hablaban ahí, como .amazonia y .amazonas.
No obstante, los países que se oponen al minorista dijeron que querían compartir la administración del dominio .amazon, para proteger el nombre y garantizar que se respetará su opinión en la manera que se utilice en el futuro.
“Quisiéramos tener la capacidad de oponernos a nombres específicos”, comentó Zaluar Neto.
En su última contrapropuesta, Brasil postuló la idea de un comité con representantes de los ocho gobiernos y de Amazon.com que pudiera aprobar extensiones del dominio.
Zaluar señaló que Brasil no se opondría a nombres como book.amazon o furniture.amazon. “Pero, ¿qué pasaría si mañana deciden usar hotel.amazon o viaje.amazon?”, agregó. “Nuestros operadores turísticos estarían en desventaja”.
La disputa ha durado siete largos años, con varias propuestas y contrapropuestas. El año pasado, Amazon.com ofreció 5 millones de dólares en lectores electrónicos Kindle y varios servicios de alojamiento web como parte de la propuesta para un acuerdo.
“No queremos una remuneración económica”, escribió Francisco Carrión Mena, el embajador de Ecuador en Estados Unidos, en una carta a la ICANN, en la que explicó que el grupo de los ocho países había rechazado la propuesta más reciente de Amazon porque no ofrecía compartir la administración del nombre del dominio.
Para sumar complicaciones, los ocho países ya no participan como una sola entidad.
Justo cuando las negociaciones por el control de .amazon parecían entrar en el tramo final, en enero una crisis política hizo erupción en Venezuela: en un claro desafío al presidente Nicolás Maduro, Juan Guaidó se declaró el líder legítimo del país. En la actualidad, unos cincuenta países reconocen a Guaidó, mientras que otros siguen reconociendo a Maduro.
“No hay opiniones encontradas: los dos quieren defender el nombre del Amazonas, pero ha sido imposible coordinar una contrapropuesta conjunta”, afirmó Zaluar. Como resultado, cada país ha sido responsable de presentar su propia iniciativa.
Amazon y los ocho países no cumplieron con la fecha límite del 7 de abril para alcanzar una solución acordada. Ahora, Amazon tiene hasta este domingo 21 de abril para hacer una nueva propuesta que tenga en cuenta las inquietudes de los países.
La decisión final recae en el órgano de internet que supervisa los nombres de los dominios.