Unicef y el gobierno peruano pusieron en marcha este lunes una campaña para favorecer la integración de 170.000 niños venezolanos, muchos de los cuales llegaron solos a Perú en busca de sus padres emigrados.
La iniciativa busca asegurar el acceso a los servicios de salud y educación a los miles de venezolanos menores de edad que han llegado al país, donde hay una creciente resistencia de la población ante la migración venezolana.
“No siempre la escuela se abre a los niños y niñas migrantes”, lamentó la directora de Unicef para América Latina y el Caribe, María Cristina Perceval, al poner en marcha la campaña “Recíbelos con amor” junto a la jefa de Migraciones de Perú, Roxana del Águila.
En Perú hay unos 800.000 migrantes venezolanos, lo que ha estimulado una fuerte presión sobre los sistemas escolar y sanitario, así como en el mercado laboral. Éste es el segundo país que ha acogido a más migrantes del otrora próspero país petrolero, después de Colombia.
“Los peruanos no habíamos tenido una experiencia de esta magnitud”, dijo Del Águila. “No podemos ser ajenos al sufrimiento” de los venezolanos.
La ONU estima que cada día cerca de 5.000 venezolanos abandonan su país. Desde 2015, el éxodo es de casi tres millones.
En coincidencia con esta campaña, un sondeo de la firma Ipsos reveló que el 67% de los limeños considera “negativa” la presencia de los migrantes venezolanos en Perú. En febrero de 2018, el 43% tenía esta opinión.
La responsable del Fondo de la ONU para la Infancia destacó que los niños y adolescentes migrantes enfrentan muchos riesgos en los países donde se instalan o por los que transitan.
“Las niñas, especialmente, siempre están frente al riego de ser víctimas de explotación sexual”, dijo Perceval, mientras que los varones corren peligro de “ser reclutados por grupos armados ilegales o redes de narcotráfico”.
La campaña, cuyos mensajes serán difundidos por las redes sociales, contará con un aporte de 3,7 millones de dólares estadounidenses del gobierno de Canadá.