México considera “un gran error” una intervención militar en Venezuela, dijo el martes el canciller mexicano Marcelo Ebrard, poco después de que el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, reiterara que “todas las opciones están sobre la mesa” para sacar del poder a Nicolás Maduro.
Ambos se pronunciaron durante la reunión anual de la organización empresarial Consejo de las Américas, celebrada en el Departamento de Estado en Washington.
“Tenemos un punto de vista diferente de aquellos que apoyan la idea de una intervención militar, que sería un gran error, o de las personas que esperan que el régimen sea derrotado solo por sanciones, o que solo esperan una división en Venezuela”, dijo Ebrard.
Poco antes, Pence insistió en que Estados Unidos, que ya desplegó una amplia batería de sanciones contra funcionarios y entidades venezolanas, seguirá presionando diplomáticamente para poner fin a la “dictadura” de Maduro. Además, instó a altos mandos militares a darle la espalda al mandatario.
Pero Ebrard rechaza esta “estrategia”.
“Necesitamos una solución democrática y pacífica”, dijo, señalando que la posición de “no intervención” que defiende el gobierno del izquierdista Andrés Manuel López Obrador es un “mandato” de la Constitución mexicana.
“Venimos de la izquierda pero somos gente democrática”.
Ebrard subrayó luego a periodistas que las “líneas duras” de Estados Unidos en Centroamérica respecto a las guerrillas de izquierda de los años 1980 y 1990 fracasaron, y todo “acabó en un proceso de diálogo que llevó a que hoy esos países tengan una democracia”.
“Ya le hemos dicho a Estados Unidos que esa es nuestra postura desde el principio y nos apoyan 15 países de 35 que integran la Organización de los Estados Americanos (OEA)”, dijo Ebrard.
“México se opondría drástica y totalmente a una intervención militar en América Latina, sea de Estados Unidos o de quien fuere”, añadió.
Consultado sobre el Grupo Internacional de Contacto (GIC) para Venezuela, formado por países europeos y latinoamericanos, que este martes anunció el envío de una misión a Caracas para fomentar el diálogo, Ebrard dijo que coincide con el planteamiento mexicano.
El GIC “ha tratado de hacer algo similar a lo que propusimos en el Mecanismo de Montevideo, que es tener una mesa donde empecemos a tejer acuerdos que vayan reduciendo el conflicto”, dijo.
Ebrard también se mostró favorable a que Cuba, sostén de Maduro y ferozmente criticada por Estados Unidos, sea invitada a participar en la solución a la crisis venezolana, según acordaron el viernes los países latinoamericanos y Canadá que integran el Grupo de Lima.
“Será una decisión de Cuba si participa o no. A mí me parecería que cualquier esfuerzo que se haga en favor de que haya un entendimiento es bueno”, dijo.
México, uno de los fundadores del Grupo de Lima en 2017 para buscar una salida a la crisis venezolana, se apartó del bloque con la llegada al poder de López Obrador en diciembre, pero Ebrard señaló que sigue integrándolo.
Las dictaduras de índole izquierdista o derechista solo entienden con el uso de la fuerza. De otra manera no hay. Lo demás es “blandengue “.