Un millón de especies están amenazadas de extinción

Un millón de especies están amenazadas de extinción
Una constatación de acuerdo con lo que muchos científicos describen desde hace años: el inicio de la sexta "extinción masiva" - un término no mencionado en el informe - y la primera de la que el hombre es responsable. Foto/Archivo

Un millón de especies están amenazadas de extinción y el ritmo se acelera, según un informe de la ONU que conmina a un “cambio profundo” de la sociedad para reparar el daño a la naturaleza.

En este texto sin precedentes publicado el lunes, el grupo de expertos de la ONU sobre biodiversidad (IPBES) plantea un panorama sombrío para el futuro del ser humano, que depende de la naturaleza para respirar, beber, comer, calentarse e incluso curarse.

“Estamos erosionando los fundamentos mismos de nuestras economías, nuestros medios de subsistencia, la seguridad alimentaria, la salud y la calidad de vida en todo el mundo”, alertó Robert Watson, presidente del IPBES.

Deforestación, agricultura intensiva, sobrepesca, urbanización galopante, minas… el 75% del entorno terrestre está “gravemente alterado” por la actividad humana, mientras 66% del marino también está afectado.

El resultado: un millón de especies animales y vegetales de los 8 millones estimadas en la Tierra están amenazadas de extinción y muchas podrían desaparecer “en las próximas décadas”.

Una constatación de acuerdo con lo que muchos científicos describen desde hace años: el inicio de la sexta “extinción masiva” – un término no mencionado en el informe – y la primera de la que el hombre es responsable.

Pero también sería “la primera que podría frenarse si actuamos de forma decisiva ahora”, según Mark Tercek, presidente de la ONG Nature Conservancy.

“No es demasiado tarde para actuar, pero hay que empezar ahora”, y mediante un “cambio profundo” de nuestra sociedad, dijo Watson.

Pero, según Watson, “los gobiernos deben pensar más allá del PIB como medida de la riqueza e incorporar otras formas de capital”, como el natural, el social y el humano, pese a las resistencias de a quienes les “interesa el statu quo”, por ejemplo, en los sectores agrícola y energético.

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