Figuras de monstruos, prendas de vestuario, sus cómics y libros favoritos y borradores de guiones, el oscarizado cineasta mexicano Guillermo del Toro exhibe en su natal Guadalajara 951 piezas del mundo fantástico que ideó desde su infancia y ha plasmado en sus cintas.
“En casa con mis monstruos” es la exhibición presentada este miércoles por Del Toro en el Museo de la Universidad de Guadalajara, última etapa de la muestra tras presentarse en Los Ángeles, Minneapolis y Toronto.
“Es la última vez que se expone la obra en ningún lugar del mundo”, dijo el director de “La forma del agua”, que le valió el premio Óscar a la mejor película y mejor dirección en 2017.
La muestra se divide en ocho salas: Infancia e inocente; Cuarto de lluvia; Victoriana, Magia y ocultismo; Frankenstein; Los otros/ Nosotros/ Los monstruos; y Muerte más allá.
Del Toro empezó a rodar cortometrajes cuando era un adolescente en Guadalajara. El director, que ha alcanzado un gran éxito en Hollywood, filmó entonces con una modesta cámara “Pesadilla”, sobre un monstruo gelatinoso, o “Matilda”, una mujer devorada por una grieta en la pared. Según él, el objetivo de la muestra es inspirar a jóvenes.
“Era mi interés presentar esto como una opción dirigida de mi parte a los jóvenes creadores de México. No es una museografía que aspire a consagrar, a ensalzar”, añadió.
El monolito de piedra de la película “El laberinto del Fauno” da la bienvenida a los visitantes a la exposición, que también pueden ver de cerca una réplica del personaje principal de la cinta, además de acercase al proceso creativo de otras de sus cintas, como “Hellboy” o “La forma del agua”.
El recorrido por el museo es animado por pantallas que exhiben escenas de las cintas del realizador mexicano que, una vez concluida esta muestra en octubre, donará las 951 piezas a cuatro museos cuyos nombres aún no comunicó.
“Lo que estoy promoviendo es que estén exhibidas permanentemente, que no vayan a estar guardadas en una bodega, que estén vivas exhibidas al público”, añadió el director quien seleccionó las piezas de la colección de unas 3.000 que ha reunido.
Del Toro dejó México en 1998 luego de que su padre, que montó un exitoso negocio tras ganar la lotería, fuera secuestrado en Guadalajara.
El director estadounidense James Cameron ayudó a Del Toro a reunir un millón de dólares que entregó personalmente en efectivo a los secuestradores.