El 1° de septiembre de 2016, Maduro anunció que su gobierno había derrotado “un intento de golpe de Estado” que contemplaba “asaltar” el palacio presidencial de Miraflores.
Venezuela inició este sábado la deportación de 59 colombianos que permanecían detenidos desde 2016 en Caracas, acusados de “terrorismo” por un complot denunciado por el presidente Nicolás Maduro, quien los calificó de “paramilitares”, informó una ONG de derechos humanos.
Los 59 colombianos -58 hombres y una mujer- fueron trasladados en un avión militar desde Caracas, donde estaban bajo arresto en calabozos policiales, hacia el estado Táchira (oeste), fronterizo con Colombia, dijo a la AFP Alfredo Romero, director de la ONG Foro Penal, crítica de Maduro. Desde allí cruzarían al país vecino.
“Nunca fueron condenados, nunca tuvieron derecho ni siquiera a una audiencia, nunca hubo un juicio”, denunció Romero.
“Hicimos presión por su liberación (…), pero la defensa en tribunales nunca se permitió”, agregó el activista.
Las autoridades venezolanas no han informado sobre la deportación. “No hay nada confirmado (…). Sin embargo, nuestro director general, Christian Krüger Sarmiento, ha dado instrucciones para que se organice un plan de contingencia por si se llegase a presentar su entrega, en el cual se verificaría su condición migratoria y su estado de salud”, apuntó por su parte la oficina de migración colombiana.
El 1° de septiembre de 2016, Maduro anunció que su gobierno había derrotado “un intento de golpe de Estado” que contemplaba “asaltar” el palacio presidencial de Miraflores. El mandatario socialista aseguró entonces que habían sido capturados 92 “paramilitares colombianos”.
Con posteriores excarcelaciones, el grupo se redujo a 59, acusados de “terrorismo” por la Fiscalía en noviembre pasado.
Romero cree que la medida es “consecuencia” de la reciente visita a Venezuela de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
Las detenciones impactaron en las tensas relaciones diplomáticas que Venezuela y Colombia mantienen desde el ascenso al poder del fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013).
El canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, tildó de “aterrador” el caso un mes después de las acusaciones formales por “terrorismo”. “Se han mandado 94 notas (de protesta). El silencio del gobierno venezolano es absolutamente aterrador”, dijo entonces ante la prensa.
El siguiente paso de Bogotá fue denunciar ante Bachelet las “condiciones deplorables” del centro de detención donde se encontraban los colombianos.
Ante el hacinamiento en las cárceles, denuncian organizaciones de derechos humanos, es habitual la superpoblación en calabozos policiales en el país petrolero, donde por ley los detenidos no deberían pasar más de 72 horas.
Según Foro Penal, en Venezuela hay alrededor de 800 “presos políticos”.