Gibraltar es una península estrecha ubicada en el extremo sur de España en la que destaca una asombrosa mole de piedra caliza conocida como el peñón de Gibraltar. Sin embargo, no se trata de una isla.
MADRID —Así que, a lo largo del pasado fin de semana, en el que Gibraltar fungió como anfitriona de los Juegos Internacionales de las Islas, una competencia que reúne a atletas de veintidós lugares, entre ellos las Bermudas y Groenlandia, los funcionarios locales no pudieron explicar por qué se consideraba una isla solo para dicho propósito.
“No hay una respuesta definitiva”, comentaron personas como Owen Le Vallee, que proviene de la isla de Guernsey y es miembro fundador de la Asociación de los Juegos Internacionales de las Islas, que fue creada en la década de los ochenta.
Los deportes son una de las mejores maneras de obtener reconocimiento, afirmó un trabajador de una tienda libre de impuestos y, aunque el territorio no es una isla, “la mayoría de los extranjeros piensa que Gibraltar sí lo es”.
Andy Varnom, secretario general de la Asociación de los Juegos Internacionales de las Islas, explicó que Gibraltar está “prácticamente rodeado de mar” y que hace más de tres décadas se le permitió unirse a los juegos porque la afiliación estaba abierta a candidatos con menos de 125.000 habitantes.
Gibraltar tiene un territorio de 6,7 kilómetros cuadrados y cuenta con treinta mil habitantes, aproximadamente.
Es un territorio que ha batallado para defender su identidad, atrapado en un estira y afloja debido a que España ha desafiado a la soberanía británica durante mucho tiempo. Steven Linares, el ministro a cargo del deporte, relacionó la membresía del territorio con su historia de aislamiento político, en particular durante la larga dictadura del general Francisco Franco.
Narró que en 1985, cuando se crearon los Juegos Internacionales de las Islas, la Isla de Man, fundadora de los juegos, invitó a Gibraltar a participar, pues “consideraba que Gibraltar era prácticamente una isla debido a que España cerró la frontera en 1969”.
Gibraltar quedó bajo la soberanía británica a partir del Tratado de Utrecht, firmado en 1713 después de una larga guerra europea, pero desde entonces España ha seguido reclamado el territorio, y Franco ordenó el cierre de la frontera entre España y Gibraltar en 1969. La frontera volvió a abrirse en diciembre de 1982.
Desde entonces, el Reino Unido y España han seguido peleando por Gibraltar, lo cual ha generado retrasos esporádicos en el cruce fronterizo terrestre en medio de acusaciones de contrabando, así como disputas respecto a las aguas territoriales.
La semana pasada, el debate de la soberanía se reavivó después de que las fuerzas británicas incautaron un buque cisterna cerca de Gibraltar sospechoso de transportar petróleo iraní a Siria, en violación de las sanciones internacionales. Después de la captura del barco petrolero, el ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Borrell, afirmó que su gobierno investigará si esta intervención militar violó la soberanía española, “pues, según tenemos entendido, ocurrió en aguas cuya soberanía pertenece a España”.
La Asociación de los Juegos Internacionales de las Islas tiene un conjunto de asociados muy ecléctico. La mayoría de las islas se encuentra bajo la soberanía británica, pero la lista incluye una isla griega, Rodas, así como una de las islas españolas que conforman el archipiélago balear, Menorca. El Reino Unido ganó soberanía sobre Menorca al mismo tiempo que quedó a cargo de Gibraltar, pero luego España recuperó a Menorca gracias a otro tratado europeo firmado en 1802.
Miles de personas cruzan la frontera a diario para trabajar en Gibraltar, que tiene una economía boyante que contrasta con la alta tasa de desempleo en las ciudades españolas colindantes. La conexión territorial es una característica importante de la relación entre Gibraltar y España.
La noche del 6 de julio, la política fue dejada a un lado mientras Gibraltar inauguraba los juegos (que durarán una semana) frente a un estadio atiborrado; esta es la segunda vez que el territorio ha sido anfitrión de los juegos desde 1995. De acuerdo con las notas periodísticas de medios locales, el público presenció el desfile de los atletas de las veintidós islas competidoras (encabezados por los de Gibraltar), escuchó bandas militares y apreció la coreografía preparada para la ocasión.
Además del hecho de que Gibraltar ha participado en todas las competencias, esta “es una contribución mucho mayor que las de otras islas participantes”, comentó Le Vallee, miembro fundador de la asociación, en un correo electrónico.
Previo a la inauguración de los juegos, los habitantes no parecían preocupados por que se considerara al territorio como una isla, pero lo que sí les preocupaba era la congestión vehicular durante la semana de los eventos. Recibieron de buen talante el hecho de que la participación de Gibraltar en los deportes mejore su notoriedad a nivel internacional y aliente mayor inversión en la infraestructura deportiva.
Algunos recintos han sido construidos específicamente para los juegos, pero Gibraltar también erigió hace poco un estadio de fútbol para cumplir con los criterios requeridos para ser anfitrión de competencias internacionales, tras ser admitido como miembro de la UEFA, el órgano rector del fútbol europeo.
Lo anterior significó un éxito para la cruzada de Gibraltar de toda la vida por ser reconocido como una nación con un fútbol independiente.