Con machetes, cuchillos y bates de béisbol, miembros de la pandilla MS-13 mataron a sus víctimas, descuartizaron sus cuerpos y arrojaron sus restos a un desfiladero en el Bosque Nacional de Los Ángeles, según una extensa acusación revelada el martes por las autoridades federales en Los Ángeles. Los funcionarios dijeron que, en una ocasión, los pandilleros arrancaron el corazón de una de las víctimas.
LOS ÁNGELES —La acusación en contra de los veintidós miembros de la Clica Fulton, una unidad de la MS-13 que opera en Los Ángeles, cita diversos delitos que van desde el vandalismo y tráfico de drogas hasta crimen organizado y asesinatos; algunos datan de 2017. Los veintidós acusados están bajo custodia.
Estos cargos representan la culminación de una investigación de un año realizada por agencias de seguridad a nivel local y federal, entre ellas el Departamento de Policía de Los Ángeles, el Departamento del Alguacil del Condado de Los Ángeles y el Buró Federal de Investigaciones (FBI).
“Hemos logrado retirar de las calles a más de veinte personas relacionadas con la rama más violenta de la MS-13 en Los Ángeles, donde se cree que la pandilla ha asesinado a veinticuatro personas en el transcurso de los últimos dos años”, afirmó en una declaración Nick Hanna, el fiscal federal de los Estados Unidos para el Distrito Central de California. Los cargos emitidos por el gran jurado se relacionan con siete de esos asesinatos.
La acusación revela cómo opera la MS-13 en la región de Los Ángeles, mediante una serie de clicas o grupos que se adjudican el control de un vecindario en particular. Muchos de los actos violentos descritos en la acusación fueron ejecutados contra miembros de pandillas rivales, quienes eran sospechosos de haber ofendido de alguna forma a la MS-13. Sin embargo, al menos en una ocasión, en su intento por asesinar a un miembro de una pandilla rival le dispararon por accidente a un transeúnte ajeno a la situación.
Por lo general, la MS-13 gana dinero con la venta de narcóticos y la extorsión de negocios, tanto legales como ilegales. La acusación señala que, a menudo, los objetivos prioritarios de la extorsión de la MS-13 son personas migrantes no autorizadas que tienen miedo de pedir ayuda a la policía.
“En estos casos la tragedia más grande es que es probable que estas víctimas hayan huido de sus países de origen con la esperanza de que en Estados Unidos encontrarían seguridad y prosperidad”, dijo en una declaración Jackie Lacey, la fiscala de distrito para el condado de Los Ángeles.
El presidente Donald Trump a menudo ha citado el peligro que supone la MS-13. Asimismo, ha afirmado que las personas migrantes han traído consigo la violencia que han cometido esas pandillas en Estados Unidos. No obstante, la organización fue fundada en Estados Unidos y tiene raíces profundas en el país. La primera iteración de la MS-13, la Mara Salvatrucha, se originó en la región de Los Ángeles en la década de los ochenta y rápidamente se ganó una macabra reputación por el uso excesivo de la violencia.
Con el paso del tiempo, según la acusación, la organización desarrolló un punto de apoyo en el sistema penitenciario de California, y poco a poco se extendió por toda la región de Centroamérica a medida que sus miembros eran deportados de Estados Unidos, en particular a El Salvador, de donde provenían muchos de los primeros integrantes de la pandilla.
La MS-13 se ha convertido en una organización criminal transnacional con más de diez mil miembros activos en Estados Unidos y decenas de miles más en Latinoamérica, según los cálculos del Departamento de Justicia.
De los veintidós acusados, dieciséis cumplirían con los criterios para la pena de muerte si se les declara culpables de seis de los siete asesinatos contenidos en la acusación, los cuales fueron cometidos “de una manera especialmente atroz, cruel o depravada”, pues implicaron “tortura o abuso físico grave de la víctima”.
Se dice que los miembros de la pandilla que se mencionan en la acusación son conocidos por apodos como “Delito” y “Omisidio”.