Cuando se da una paralización el menor de los daños es el que se le causa a al operador portuario…
Cuando hablamos del sector portuario la tendencia común es enfocarnos en las empresas que operan los puertos y sus trabajadores; el ejercicio de la carga y descarga de contenedores y el espacio que para esto se requiere.
Pero la realidad tiene mucho más incidencia en la vida nacional. El sector Portuario es a ciencia cierta un sistema integral, una red de actividades conectadas entre sí y a la vez ligadas a la esencia misma de la identidad de nuestro país y uno de sus principales recursos, nuestra posición geográfica.
Con La operación portuaria se inicia una importante cadena en beneficio de la economía nacional. El ciclo empieza por los aportes generados del ingreso que va directo al operador portuario y que genera un beneficio inmediato al Estado a través del impuesto que conocemos como Tarifa por Movimiento.
Tomemos como ejemplo las cifras de 2018. Las estadísticas dan cuenta de un movimiento de 7 millones 14 mil 393 TEU’s en los complejos portuarios de Panamá y Colón en ambos extremos del Canal de Panamá. El impuesto fija una tasa de $12.00 por movimiento, lo que nos deja un aproximado de 84. 1 millones de Dólares al país solamente en concepto de ingresos directos de parte de la operación de los puertos.
Pero esa cifra es apenas la punta de un iceberg de beneficios que deja la actividad. Porque para mover carga se necesita el valioso recurso humano. La operación de embarque y desembarque de los contenedores involucra a miles de trabajadores. Aquí hablamos de millones de dólares en salarios, que incluyen todas las prestaciones de ley, muchos de ellos reciben bonos por la productividad del mes.
En tercer lugar tenemos las industrias marítimas auxiliares que son todos los servicios que requiere una nave y su tripulación para hacer su travesía: abastecimiento de combustible, alimentos y medicinas para la tripulación, piezas mecánicas, servicios técnicos para la nave, disposición de la basura que no puede ser botada en alta mar, por mencionar algunos servicios pero la lista es infinita
Luego están los servicios de remolque que ayudan al barco a su arribo y pegado al muelle y a su partida. Todos son servicios marítimos auxiliares y todos representan una fuente importante de vida para muchos panameños. Es una larga lista de beneficios.
Ante eventualidades como una paralización o huelga, sin duda, el verdadero perjuicio de cualquier interrupción en la actividad portuaria va mucho más allá. El menor de los daños es el que se le causa al Operador Portuario y empleador.
El primer efecto directo es que el país pierde uno de sus mayores valores… Pierde competitividad. Los navieros del mundo empiezan a dudar de usar nuestras aguas y puertos para mover su mercancía.
El Estado panameño también pierde importantes ingresos directos que ya forman parte del presupuesto general de la nación. La industria marítima y los servicios marítimos auxiliares, que son el último eslabón de la cadena, se convierten en los más afectados por ser los más débiles.
La paralización de los trabajadores portuarios no afecta a una empresa en particular ¡Los mayores afectados somos todos!