El gigante chino de las telecomunicaciones hizo su entrada en un mercado dominado hasta ahora por las surcoreanas Samsung y LG, y las japonesas Sony y Panasonic.
Huawei, prohibido por Estados Unidos en un contexto de creciente rivalidad tecnológica con China, presentó el sábado su primer televisor inteligente, que vendrá equipado con su sistema operativo propio, HarmonyOS, y saldrá a la venta a partir de la semana que viene.
El gigante chino de las telecomunicaciones y número dos mundial de celulares inteligentes hace así su entrada en un mercado dominado hasta ahora por las surcoreanas Samsung y LG, y las japonesas Sony y Panasonic.
Esta televisión inteligente estará disponible a partir del jueves próximo en China y será comercializado por Honor, marca subsidiaria de Huawei destinada a una clientela más joven, anunció el sábado su presidente, George Zhao.
El fabricante no excluyó el lanzamiento del dispositivo en otros mercados, aunque no avanzó fechas.
“No es una simple televisión como la que conocemos”, advirtió Zhao en una conferencia de desarrolladores del grupo en Dongguan (sur de China).
El aparato, que empleará el nuevo sistema operativo de la casa -HarmonyOS-, está concebido como una prolongación de los celulares inteligentes en la gran pantalla y funciona con el mismo ecosistema. De esta forma, los contenidos podrán sincronizarse y volcarse de un soporte a otro.
El equipo incorpora asimismo una cámara retráctil para hacer llamadas de vídeo y tecnología de reconocimiento facial, destinada, por ejemplo, a bloquear a los niños el acceso a ciertos contenidos.
La nueva televisión servirá de escaparate al despliegue del sistema HarmonyOS, cuyas características fueron desveladas por Huawei el viernes. Este sistema es la alternativa de Huawei en caso de que sea imposible usar Android por las sanciones estadounidenses.
En mayo, la compañía pasó a la lista negra de la administración Trump en un contexto de guerra comercial y rivalidad tecnológica entre Washington y Pekín. Estados Unidos acusa a la marca de abrir puertas traseras para pasar información a la inteligencia china, algo que Huawei desmiente.