El tuit incluye un reportaje video y fotos que muestran, con un fondo de música melancólica, una espectacular y masiva caza de cetáceos, amontonados en una cala y luego abatidos en la playa, con su sangre tiñendo de rojo las aguas.
Tras la suspensión de las ayudas noruegas a la lucha contra la deforestación en la Amazonía, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, volvió a atacar a Noruega y su caza de ballenas, pero usando imágenes equivocadas, lo que provocó sarcasmos en las redes sociales.
“Miren el asesinato de ballenas que promueve Noruega”, tuiteó Bolsonaro, el domingo por la noche.
El tuit incluye un reportaje video y fotos que muestran, con un fondo de música melancólica, una espectacular y masiva caza de cetáceos, amontonados en una cala y luego abatidos en la playa, con su sangre tiñendo de rojo las aguas.
El problema es que estas imágenes, supuestamente tomadas el 29 de mayo en Noruega, ilustran muy probablemente una escena de grindadráp (o grind), como se denomina a la caza tradicional de delfines piloto en las Islas Feroe, una posesión danesa en el Atlántico Norte.
Noruega es uno de los escasos países del mundo que autoriza la caza comercial de ballenas. Éstas son cazadas individualmente en el mar desde un barco con un arpón dotado de una granada.
“Podemos desmentir que el video y las fotos sean de Noruega” reaccionó el ministerio noruego de Pesca en un correo electrónico a la AFP. “Nuestra caza de ballena se hace desde barcos en el mar” agregó, calificando de paso esta práctica de ecológicamente “sostenible”.
El tuit de Bolsonaro suscitó indignación y bromas en las redes sociales.
“¡Ja,ja, qué tonto es el presidente de Brasil! ¡NO ES Noruega! No matamos así a las ballenas. ¡Infórmese si es que quiere ser respetado! Es una ‘Fake news+, como diría Trump”, reaccionó un usuario de Twitter. “La desinformación es un crimen, señor presidente” subrayó otro.
Bolsonaro critica a Noruega desde que este país, tal como lo hiciera Alemania, anunció la semana pasada el bloqueo de 133 millones de reales (unos 33 millones de dólares) destinados a Brasil.
Noruega, principal donante del Fondo Amazonía, acusó a Brasil de “no querer detener la deforestación” y de haber unilateralmente “roto el acuerdo” alcanzado con los donantes del Fondo, al que Oslo dio unos 900 millones de dólares desde su creación en 2008.
Bolsonaro reaccionó de inmediato. “Noruega ¿no es ese país que mata a ballenas, allá arriba en el Polo Norte? ¿Que también explota ahí petróleo? No es en absoluto un ejemplo para nosotros. Que guarden su dinero y ayuden a (la canciller) Angela Merkel a reforestar Alemania”, aseguró.