En el nuevo drama Estafadoras de Wall Street (Hustlers), Jennifer López interpreta a Ramona, una exbailarina emprendedora que maquina un plan para sacarles dinero a sus antiguos clientes.
Antes de que López desfilara en la alfombra roja para el estreno de Estafadoras de Wall Street en el Festival Internacional de Cine de Toronto, se dio un tiempo para responder preguntas de personas que leen de The New York Times sobre sus películas, su música y su familia. A continuación, están los fragmentos editados de sus respuestas.
¿Qué te atrajo del papel de Ramona? ¿Sientes que de alguna manera te pareces a ella? —Natasha, Londres
Sí pienso que Ramona y yo tenemos algunas cualidades similares. Del lado bueno están su potencia, su manera de apoderarse del escenario, sus cualidades maternales. Yo también soy así. Así que hubo partes de ella que entendí al 100 por ciento, pero también hubo partes de ella para las que tuve que buscar inspiración en otros lados. Como su avaricia, el hecho de que está casada con el dinero y todo lo que se interpone en su camino es un problema.
Lo que me atrajo del papel es que es algo que nunca había hecho realmente. Pienso que siempre he interpretado a la chica buena con algunos problemillas, pero nunca a la mala.
¿Cuál es un tema del que casi nunca te preguntan, pero que te gustaría que lo hicieran? —Susan, Madagascar
La gente siempre quiere saber más de tu vida personal, pero a mí me gusta hablar sobre el proceso de escribir las canciones y lo que pasa en el estudio. La música y la danza son mis primeros amores. Aunque también me encantan el cine y actuar. Pero la danza fue lo primero. Comencé a bailar cuando tenía 4 o 5 años. Mi mama me ponía a ver musicales con ella cuando tenía 2 o 3 años y me enamoré.
Jennifer, mereces que se te reconozca por cómo has cambiado la industria del entretenimiento como intérprete, cantante, actriz, bailarina y mujer de negocios. ¿Qué te impulsa? ¿Qué te motiva en estos días? —Claritza, Washington, D. C.
Si eres una persona creativa, sabes que cuando se te mete una idea en la cabeza no te la puedes sacar, ¿verdad? Lo mismo me pasa a mí. Es solo que tengo ideas en muchos temas distintos. Para crear una coreografía para mi espectáculo; para hacer canciones, escribir música o grabarla; para hacer películas y trabajar en un guion y producirlo; incluso para crear un perfume. Es que nunca me limité a una sola cosa. No tenemos por qué hacerlo. De verdad podemos hacer lo que queramos siempre y cuando tengamos sensibilidad para ello.
¿Te veremos dirigiendo una película en el futuro próximo? —Tee, Florida
Lo estoy pensando. El momento se va acercando. En las últimas películas y programas de televisión que hemos producido y en los que he protagonizado y trabajado, he ayudado en todas las áreas involucradas en el plató. Toda la gente a mí alrededor ya me ha dicho: “Deberías estar dirigiendo”. Pero sé que tendría que estar concentrada en un solo proyecto durante mucho tiempo, y yo soy alguien que hace y deshace. Pero bueno, la respuesta breve es sí, en el futuro próximo, pero no sé cuándo.
¿Tu experiencia previa en la danza te ayudó para aprender a bailar en el tubo? ¿O fue algo completamente diferente? —Taylor, Nueva York
En cierta forma ayudó porque entiendo mi cuerpo, así que no es como que me moviera con torpeza. Pero la acrobacia y la técnica fueron algo totalmente nuevo. Fue como aprender a andar en bicicleta a los 40 años. Pero no solo tienes que aprender a subirte en ella, sino que también tienes que aprender los trucos. Los trucos son un poco dolorosos.
Tuve una maestra, Johanna Sapakie, que es del Cirque du Soleil y además vive en Las Vegas, así que entiende bien cómo son los centros nocturnos de estriptís. Me dio un curso intensivo porque se necesitan años para dominar esto, y yo tuve que aprenderlo en seis semanas, al menos lo suficiente para hacer una coreografía de tres o cuatro minutos en la que pareciera que llevaba toda la vida haciendo esto. Ese fue el reto.
¿Qué consejo le darías a la versión joven de ti misma? —America, Victoria
Me diría que no voy a estar sola, así que no hay que tener prisa por casarse o iniciar relaciones. No es que me arrepienta de mis pasos. Siento que ese era el camino que debía recorrer. Tenía mucho que aprender y mucho que sanar, pero me diría: “No vas a estar sola, así que no tengas miedo. Te va a ir bien por tu cuenta”.
¿Cuáles son las tres cosas sin las cuales no puedes estar un día? —Josefine, Suecia
Hablar con mis hijos, uno. Dos, mi teléfono. Tres, hablar con Álex [Rodríguez, su prometido]. Lo demás es extra.
Jennifer, tuviste un gran impacto en mi infancia como una persona latinx que creció en una comunidad donde poca gente se parecía a mí. ¿Sientes que hay un mayor compromiso con promover mayor diversidad en la representación de las personas o sientes que eso se ha estancado? —Nick Reshan, Nueva York
No pienso que eso se haya estancado. Pienso que es un trabajo en desarrollo. ¿Ya está como creo que debería estar? No. Cuando empecé, pienso que mis primeros tres papeles fueron de trabajadora del hogar. Después de eso la gente empezó a reconocer mi talento. Poco a poco vas rascando y rompes el papel en el que la gente te quiere encasillar. Me parece que ahora hay más representación de la comunidad latina, pero también hay que apoyar a nuestra comunidad para que se hagan más cosas. Porque al final del día se trata del dinero. Esto es un negocio. Y si hacemos estas películas y la gente no va a verlas, dejarán de hacerlas. Entonces también se trata de reconocer nuestra valía cuando nos unimos y apoyamos.
Mekado Murphy es un editor sénior que se enfoca en la cobertura de películas. Se unió al equipo de The New York Times en 2006. @mekadomurphy
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