GUETARIA, España — El 20 de septiembre de 1519, el explorador portugués Fernando de Magallanes se dispuso a iniciar lo que sería la primera circunnavegación del mundo.
La expedición sirvió para dar nueva forma al comercio mundial y plasmó el nombre de Magallanes en los libros de historia. Sigue siendo un importante motivo de orgullo para Portugal, país que hace dos años le solicitó a la UNESCO que otorgara el estatus de patrimonio de la humanidad a lo que llama “la ruta de Magallanes”.
Sin embargo, otro país tiene al menos el mismo derecho a adjudicarse la circunnavegación en el nombre de otro marinero. En el quingentésimo aniversario del inicio de la expedición, España —cuyo rey patrocinó el viaje— busca reafirmar su papel y el del navegante español Juan Sebastián Elcano.
Magallanes zarpó de España con una flotilla de cinco navíos, pero solo logró dar la mitad de la vuelta al mundo. Después de cruzar el estrecho en el extremo sur de América que ahora lleva su nombre, murió en combate en Filipinas.
Tan solo uno de los barcos completó los tres años de circunnavegación, y quien lo guio a casa fue Elcano, un oficial español del País Vasco.
“La atención siempre ha recaído sobre Magallanes, pero todo el mundo debería saber que este fue el proyecto de un rey español, financiado con dinero español y terminado por un gran navegante español, cuya participación por desgracia ha sido olvidada”, mencionó Carmen Iglesias, presidenta de la Real Academia de la Historia de España. “Esta conmemoración definitivamente debería servir para reequilibrar la relación” entre Magallanes y Elcano, agregó Iglesias.
Los eventos conmemorativos en España y Portugal se centrarán en general en los logros de Magallanes y Elcano. No obstante, el viaje de tres años también tuvo episodios de conflictos violentos entre los navegantes y la gente local. Lapulapu, el jefe tribal cuyas tropas asesinaron a Magallanes, es celebrado en Filipinas como un héroe de la resistencia al imperialismo europeo.
La expedición sirvió para consolidar el dominio colonial europeo, e inició 25 años después de que España y Portugal firmaron un tratado para dividirse el control de los vastos territorios que ya habían conquistado.
Iglesias reconoció que la fama de Elcano todavía no consigue igualar a la de Magallanes en parte porque la misma España nunca se había esforzado por resaltar sus logros. Su lugar de nacimiento, el pintoresco pueblo costero de Guetaria, tiene un museo impecable recién construido, pero dedicado a otro lugareño famoso, el diseñador de moda Cristóbal Balenciaga. El pueblo tiene un monumento a Elcano y un par de estatuas, pero el uso más prominente de su nombre es el que se le da en un restaurante premiado con estrellas Michelin, Elkano, que en la actualidad tal vez atrae a tantos peregrinos como el navegante mismo.
“Simplemente no hemos honrado lo suficiente a Elcano, quien también representa nuestro amor y entendimiento del mar”, comentó Emeterio Urresti, presidente de un gremio de 400 pescadores de Guetaria.
Después de un breve desacuerdo diplomático, este año Portugal y España presentaron una nueva solicitud conjunta a la UNESCO para honrar la ruta de circunnavegación.
A lo largo de los próximos tres años, los dos países organizarán decenas de eventos, algunos de ellos en conjunto, para conmemorar el aniversario de la circunnavegación, entre ellos una exposición actual montada en Sevilla, España, y otra en Oporto, Portugal, el próximo año. El viernes, se llevó a cabo una celebración en Sanlúcar de Barrameda, el puerto de donde partió la expedición exactamente 500 años antes.
“Comenzamos con un malentendido, porque este es un episodio de la historia sobre el cual cada país tiene su propia narrativa”, opinó Camilo Vázquez Bello, quien fue titular de una subdirección del Ministerio de Educación de España e inició el proyecto de la conmemoración.
“Para nosotros, Magallanes es muy importante como punto de partida, pero nunca planeó navegar alrededor del mundo”, agregó. “Ciertamente queremos resaltar la contribución pionera de Elcano a la globalización, como el primero que dio toda la vuelta”.
Magallanes quería abrir una nueva ruta hacia las islas de las Especias. El rey de Portugal, Manuel I, rechazó su plan, así que convenció al rey Carlos I de España para que financiara su viaje. Magallanes fue el capitán de una tripulación multinacional en un viaje que registró un académico italiano, Antonio Pigafetta.
Elcano también logró una gran hazaña de navegación, con la dificultad de tener que evitar los puestos de control portugueses cuando rodeaba África para regresar a España. Sin embargo, los historiadores portugueses consideran en esencia a Magallanes la mente maestra de la expedición y el primer explorador en cruzar del Atlántico al océano al que bautizó como Pacífico. Elcano se enlistó como un oficial de segundo nivel y también participó en un motín en 1520 en la Patagonia que Magallanes logró controlar.
“Hay una continuación de Magallanes a Elcano, pero se entiende que las hazañas de Magallanes fueron producto de su propia voluntad, mientras que Elcano terminó un trabajo que no inició”, mencionó João Paulo Oliveira e Costa, un historiador portugués, y agregó: “Elcano logró un récord, pero Magallanes cambió la comprensión de la geografía. Por esa razón, Magallanes obtuvo un mayor reconocimiento desde esa época”.