Se esperan fuertes precipitaciones en algunas regiones, con por ejemplo 500 mm en 24 horas en la zona de Tokio.
Japón se preparaba este viernes para el paso del potente tifón Hagibis, que provocó la cancelación de cientos de vuelos y de dos partidos del Mundial de rugby, y perturbó las clasificatorias del Gran Premio de F1.
La agencia de meteorología de Japón (JMA) apuntó el viernes que su intensidad ciclónica era “muy fuerte”, apenas un grado menos que el nivel máximo que se le había otorgado anteriormente.
Se esperan rachas de viento de hasta 216 km/h para el sábado a las 09H00 locales (medianoche del viernes GMT), unas horas antes de la llegada prevista de Hagibis al centro y el este de Japón, incluyendo la densamente poblada región de Tokio.
La agencia de meteorología esperaba “vientos brutales y un mar violento” en la noche del sábado al domingo en numerosas regiones del país.
“Les pedimos que tomen medidas de precaución” antes de que llegue el tifón, “para proteger sus vidas y las de sus familiares”, declaró durante una rueda de prensa un responsable de la JMA, dirigiéndose a las poblaciones afectadas.
También se esperan fuertes precipitaciones en algunas regiones, con por ejemplo 500 mm en 24 horas en la zona de Tokio, y hasta 800 mm en el centro del país, según la JMA.
– Gobierno en estado de alerta –
A principios de septiembre, la región de Tokio ya fue alcanzada por un potente tifón, Faxai, con rachas que superaron los 200 km/h.
Faxai causó al menos dos muertos y más de cien heridos, y daño decenas de miles de viviendas y numerosas infraestructuras eléctricas.
En la prefectura de Chiba (afueras de Tokio), casi un millón de hogares se quedaron sin electricidad, y a decenas de miles de ellos, la corriente eléctrica no volvió hasta dos semanas más tarde.
El Gobierno japonés, que fue muy criticado por su gestión de Faxai, dijo este viernes que estaba en estado de alerta.
El primer ministro, Shinzo Abe, ordenó a los responsables que “tomen todas las medidas posibles para garantizar la seguridad de la gente”, sobre todo “cooperando estrechamente” con las fuerzas japonesas de autodefensa, declaró el viernes el portavoz del Ejecutivo, Yoshihide Suga.
Se temía que el tifón generara caos en los transportes, coincidiendo con un fin de semana largo en Japón en el que muchos habitantes preveían viajar utilizando el tren o el avión, pues el próximo lunes es feriado en el país.
Las dos principales compañías aéreas, JAL y ANA, anularon varios cientos de vuelos programados el sábado, principalmente nacionales.
Todos los trenes de gran velocidad (Shinkansen) entre Tokio y Nagoya fueron suprimidos para el sábado, y también los que conectan Nagoya y Osaka (oeste).
Las fábricas del país también se adaptaban, como Toyota, que previó el cierre de tres de sus plantas el sábado, según la agencia de prensa Kyodo.
Los dos parques de atracciones Disney de Tokio también cerrarán el sábado, confirmó a la AFP un portavoz de la empresa que los gestiona, Oriental Land.
– La Fórmula 1 y el mundial de rugby, perturbados –
Los organizadores del Gran Premio de Fórmula 1 de Suzuka, cerca de Nagoya (centro), anularon el viernes todo el programa del sábado: los ensayos libres se limitaron al viernes y las clasificatorias tendrán lugar el domingo por la mañana, justo antes del inicio previsto de la carrera.
“La Federación Internacional del Automóvil (FIA) y la Fórmula 1 respaldan esta decisión en interés de la seguridad de los espectadores, de los competidores y de todos en el circuito de Suzuka”, señalaron en un comunicado.
Dos partidos previstos el sábado en el marco del Mundial de rugby, que se está celebrando en Japón, fueron anulados el jueves: Francia-Inglaterra en Yokohama (afueras de Tokio) y Nueva Zelanda-Italia, en Toyota City (centro del país), unos encuentros que debían atraer a casi 115.000 espectadores.