Las funciones del presidente de la cámara incluyen decidir qué enmiendas son debatidas y cuáles no, lo que le permite marcar una dirección en la que debe respetar la imparcialidad política.
La Cámara de los Comunes elige el lunes a su nuevo presidente, para remplazar al teatral y controvertido John Bercow, cuyo grito de “¡Orden, orden!” se convirtió en característico de los debates sobre el Brexit en que jugó un papel clave.
El favorito para hacerse con un puesto que Bercow transformó en esencial en el debate político es Lindsay Hoyle, un diputado laborista de 62 años que fue desde 2010 primer ayudante del “speaker”.
Las funciones del presidente de la cámara incluyen decidir qué enmiendas son debatidas y cuáles no, lo que le permite marcar una dirección en la que debe respetar la imparcialidad política.
En los cinco minutos que tuvo, como los otros seis candidatos, para convencer a sus pares antes de una serie de votaciones eliminatorias, Hoyle afirmó querer calmar el ambiente agitado que reina en la cámara, especialmente cuando se debate sobre el Brexit.
Se trata, afirmó, de defender “la igualdad, todos en esta cámara tienen el mismo derecho a hablar”.
Como él, todos los candidatos intentaron alejarse de la imagen de Bercow, que ocupó el cargo durante diez años en los que fue a menudo acusado de parcialidad a favoreciendo de los proeuropeos.
“El presidente de la Cámara no es su dirigente sino su servidor”, afirmó otro de los candidatos, la conservadora Eleanor Laing, de 61 años, segunda ayudante de Bercow desde 2013.
Respetando las arraigadas y a veces sorprendentes tradiciones de la cámara, el vencedor será llevado en volandas por dos de sus partidarios hasta el sillón del “speaker”.
Sin embargo, se sentará en él muy poco tiempo antes de la disolución del parlamento el martes, de cara a la celebración de elecciones generales anticipadas el 12 de diciembre para intentar salir de un bloqueo político que forzó a un nuevo aplazamiento del Brexit.
Inicialmente prevista para el pasado marzo, la salida británica de la Unión Europea se vio postergada por tercera vez, hasta el 31 de enero de 2020.
– Pasar la página de Bercow –
Siete diputados presentaron sus candidaturas, con el apoyo de 12 colegas de los cuales al menos tres de partidos diferentes al suyo, pero solo quedaban tres tras la segunda ronda de votación, que dejó patente la ventaja de Hoyle.
Este obtuvo 244 de los 575 votos emitidos, seguido por Laing con 122 y el laborista Chris Bryant, de 57 años, con 120 apoyos. Su compañera de partido, Hariet Harman, de 69 años, se retiró de la contienda tras recibir solo 59 votos.
Para ganar, un candidato debe llegar en cabeza con más de 50% de los votos. En cada votación sucesiva se elimina a quien haya obtenido menos apoyos y a quienes obtienen menos de 5% de votos.
Amante de los animales, Hoyle tiene una serie de mascotas que bautizó con los nombres de primeros ministros y otras personalidades políticas británicas.
Su loro Boris ya sabe gritar “¡Orden, orden!” como hizo Bercow hasta que dejó el puesto la semana pasada alegando motivos familiares. Su tortuga “de duro caparazón” se llama Maggie en honor de Margaret Thatcher y su perro rottweiler responde al nombre de Gordon, como el ‘premier’ laborista Brown.
Sea quien sea el designado, la Cámara de los Comunes pasará una página tras la partida de Bercow, un peculiar legislador de 56 años con un pronunciado gusto por la teatralidad.
Surgido de las filas del Partido Conservador, fue la piedra en el zapato de sucesivos gobiernos tories y el primer ministro David Cameron incluso intentó expulsarlo del cargo.
Con su toga de seda negra y sus corbatas estampadas, este hombre de 1,68 metros de alto, espesa cabellera blanca y potente voz, se dio un papel más decisivo que sus antecesores gracias a una interpretación personal de las atribuciones que le confiere el cargo.
Fue el titular más joven en llegar al puesto, con 46 años, y se esforzó por modernizarlo, abandonando por ejemplo el uso de la peluca blanca. En 2017 permitió también a los diputados acudir sin corbata.