John Hanke, su creador, imagina una realidad aumentada difundida a escala global, donde la tecnología aliente a “las personas a levantarse del sofá para jugar juntas” afuera.
La compañía de videojuegos estadounidense Niantic, especializada en realidad aumentada, quiere desarrollar la capacidad de moverse a diario en mundos de fantasía combinados con el mundo real, como en Pokémon Go, su juego insignia lanzado en 2016.
Este miércoles la firma dio a conocer una serie de mejoras en sus juegos Ingress y Harry Potter: Wizards Unite, y en su plataforma de desarrolladores, pero además aprovechó la oportunidad para ahondar en la misión que la ocupa actualmente.
Su fundador, John Hanke, imagina una realidad aumentada difundida a escala global, donde la tecnología aliente a “las personas a levantarse del sofá para jugar juntas” afuera, en parques, cafés o en cualquier lugar donde “los átomos se unen a los bytes”.
La realidad aumentada permite superponer imágenes y animaciones al mundo real, a través de una pantalla (la del teléfono inteligente u otra). En Pokémon Go, los jugadores cazan criaturas mágicas que pueden ver en la mesa de su sala de estar o en el césped de un parque.
Para acercarse a esa ambición, Hanke está trabajando en una mejor integración de elementos virtuales en la realidad, y viceversa.
Por ejemplo, mediante el enriquecimiento de los mapas digitales, que brindan a los jugadores información virtual (dónde están las criaturas) y también real (los monumentos o tiendas de la ciudad).
– Negocios locales –
Hasta ahora, los jugadores de cierto nivel proponían agregar lugares (con fotos y algunas palabras explicativas) y Niantic hacía acuerdos con grupos (como Starbucks o McDonald’s), que pagan por mostrar sus establecimientos en el juego, durante eventos específicos o a largo plazo.
Ahora, las pequeñas empresas también tendrán esta oportunidad y podrán atraer a los consumidores con promociones.
“Por ahora, los patrocinadores son una parte de nuestros ingresos”, dijo Hanke. “Pero me encanta la idea de aprovechar los negocios locales, ayudar a las personas a descubrir cosas interesantes en sus comunidades, hacer salir a la gente, lo contrario de Amazon de alguna manera”.
El modelo de negocio de Niantic se basa en las llamadas microtransacciones: los juegos son gratuitos, pero los jugadores pueden comprar artículos virtuales que les permiten progresar más rápido.
Para el verano de 2016, Niantic había generado en solo unas semanas más de 800 millones de dólares de ingresos gracias a Pokémon Go, basado en la franquicia de videojuegos de Nintendo.
El editor ha agregado varias funciones para fomentar la interacción entre los jugadores: pueden intercambiar especialmente regalos digitales y competir por un Pokémon frente a ellos.
– El que no corre es un papa –
“La realidad aumentada reestructurará las experiencias de entretenimiento del mañana y cambiará la forma en que pensamos sobre el mundo real y el digital”, analiza Kellee Santiago, gerente de Relaciones con Desarrolladores de Niantic.
El grupo también está invirtiendo en una plataforma de herramientas de tecnología de realidad aumentada, a la que tienen acceso otros editores seleccionados.
Este año, el proyecto Run to My Heart (“Corre hacia mi corazón”) de JCSoft ganó la primera edición del Beyond Reality Contest (“Más allá de la realidad”), una competencia organizada por Niantic dotada con un millón de dólares en premios.
El juego está ambientado en un mundo virtual donde las personas que no corren se convierten en papas. Así, quienes lo juegan deben correr en el mundo real y cubrir determinadas distancias para progresar, lo que estimula el ejercicio y la interacción con otros jugadores.
Niantic asignará a principios del próximo año un fondo de 10 millones de dólares que se invertirán durante tres años en un nuevo programa para creadores que trabajen sobre su plataforma de realidad aumentada.
La plataforma, llamada “Mundo real”, presentará “pronto” una herramienta de última generación que permitirá a los personajes virtuales esconderse total o parcialmente detrás de objetos físicos que se encuentren en el lugar donde se está utilizando el juego, otorgando a la experiencia una mayor ilusión de realidad.