En diciembre los comercios concretan del 10 al 20% de sus ventas anuales y en algunos casos todavía más de esa cifra.
La prolongación de las huelgas que afectan Francia desde hace cuatro días inquieta a los empresarios, que hasta aquí habían previsto un impacto moderado, pero que ahora temen un agravamiento con bloqueos camineros y escasez de combustibles en plenas y cruciales fiestas de diciembre.
– Suena la alarma en el comercio
El primer día de la huelga en oposición al plan gubernamental de reformar el sistema de pensiones provocó una caída de la actividad comercial del 30% de acuerdo con la Alianza del Comercio, que reúne 26.000 bocas de expendio de sectores no alimentarios que dan empleo a 200.000 personas.
Esa patronal manifestó su preocupación por los efectos que la prolongación de las medidas de protesta –en especial en el transporte– pueden tener sobre el comercio minorista.
Ese sector viene sufriendo desde hace un año los efectos de las protestas cada sábado –con manifestaciones y cortes de carreteras– de los “chalecos amarillos” que critican los planes económicos oficiales.
“Un segundo golpe en 2019 puede ser mortal para muchos” pequeños y medianos comercios barriales, advirtió el viernes Alain Griset, presidente de la Unión de Empresas de Proximidad.
En diciembre los comercios concretan del 10 al 20% de sus ventas anuales y en algunos casos todavía más de esa cifra.
– Temores de anulaciones en cadena en el turismo
La Unión de actividades hoteleras (Umih, principal asociación empresaria del sector) y la Agrupación Nacional de Independientes (GNI-Synhorcat, que representa 15.000 establecimientos) constataron solamente en la primera noche de huelga una caída de 30 a 40% de las reservaciones en París y sus suburbios.
“La prolongación de la huelga hasta el lunes tuvo un impacto inmediato con anulaciones en cadena” dijo el portavoz de GNI-Synhorcat, aunque reconoce que todavía el nivel de reservaciones para la segunda quincena de diciembre es satisfactorio.
Una impresión diferente es la de Laurent Duc, presidente de la rama hotelería de la Umih, quien ve un fin de año difícil y teme la cancelación de las reservas para viajar a París –la ciudad más visitada del mundo– especialmente por parte de los turistas extranjeros.
– Se acumulan stocks en mercados de productos frescos
En el gigantesco mercado de Rungis, que suministra los productos alimenticios frescos a los más de 10 millones de habitantes de París y sus suburbios, los cerca de 1.200 mayoristas se anticiparon a la huelga y acumularon stocks adicionales.
Un plan de emergencia para tratar de mantener el flujo de alimentos frescos fue puesto en marcha, y como parte de él se acumularon reservas de combustibles y grupos electrógenos para asegurar la cadena de frío de los productos, tarea en la que además los mayoristas cuentan con la ayuda del invierno boreal.
Las siguientes dos semanas son cruciales para algunos sectores de la alimentación, por ejemplo el de las aves, ya que algunos productos –pavos, gansos, patos, codornices y sus derivados– encuentran en diciembre su principal época de venta.
Algunos mayoristas realizan en diciembre hasta el 30% de su cifra anual de negocios. En cuanto a los compradores minoristas temen que una escasez de combustibles impida la distribución de productos frescos.
– El temor por los combustibles
El jueves, primer día de la huelga, estuvieron bloqueados 12 depósitos de combustible, desde los cuales fue imposible distribuir a las estaciones de gasolina, y aunque el viernes fueron solamente cinco, para la semana próxima se anticipan nuevos bloqueos.
El gobierno sin embargo transmite un mensaje de calma. “El nivel de reservas en los depósitos petroleros es elevado y no genera ninguna inquietud” asegura el ministerio de la Transición Ecológica.
La logística de combustibles en Francia se basa sobre una red de 200 depósitos, a los que se suman las llamadas “reservas estratégicas”.
– Sin problemas con el correo y las medicinas
El servicio postal francés contabilizó solamente uno de cada 60 carteros en huelga, y no hay problemas en la distribución de correos o paquetes.
La protesta también tuvo un impacto moderado en los sistemas de aprovisionamiento de medicinas en las farmacias, de acuerdo con la patronal del sector.
Y en cuanto a la disponibilidad de billetes en los cajeros automáticos, el riesgo de problemas “es muy limitado en el corto plazo” afirmó el Banco de Francia.