Haznos una oferta que no podamos rechazar. Ese es el mensaje de la FIFA en un documento enviado a inversionistas, socios comerciales y empresas de medios interesados en hacer equipo con el órgano rector del fútbol mundial para un nuevo Mundial de clubes que comenzará en China en 2021.
El documento, el cual revisó The New York Times, les ofrece a los socios potenciales la oportunidad de proponer su propia visión para el fútbol, pero también brinda pistas que sugieren que la ambición de la FIFA no es solo montar un campeonato de clubes expandido cada cuatro años, sino volverse el líder mundial en el fútbol de clubes. Ese tipo de cambio de poder sería significativo, y conllevaría inmensas consecuencias para las competencias actuales como la Liga de Campeones, pero también para la influencia de los órganos rectores continentales que desde hace tiempo han manejado las competencias de clubes.
En su oferta pública, la FIFA menciona que su objetivo es encontrar socios para crear “la más grande experiencia del fútbol de clubes en el mundo” y les ha dicho a las partes interesadas que pueden sugerir visiones para futuros torneos de clubes que difieran del campeonato cuatrienal que aprobó el consejo ejecutivo de la FIFA a inicios de este año y le fue otorgado a China en octubre.
Las ofertas “pueden incluir sugerencias de parámetros alternativos para torneos, entre ellos la frecuencia, el formato, el proceso de clasificación y la participación de los equipos”, señaló la FIFA. No obstante, una situación curiosa es que los inversionistas potenciales tienen tan solo once días hábiles para elaborar una propuesta que tal vez le dé una nueva forma al modelo que el fútbol ha operado, en algunos casos, durante más de un siglo.
El órgano rector del fútbol europeo, la UEFA, la cual organiza y se beneficia de la competencia en la que participan los clubes más ricos del fútbol, la Liga de Campeones, accedió de mala gana a los planes de un Mundial de clubes expandido después de meses de hostilidad entre su presidente, Aleksander Ceferin, y el de la FIFA, Gianni Infantino.
Cualquier otro cambio sustancial a la estructura del fútbol de clubes podría recibir una oposición implacable de parte de la UEFA, la cual genera la mayor parte de sus ingresos —hasta 1000 millones de dólares al año— de la Liga de Campeones.
Apenas la semana pasada, Ceferin reaccionó furibundo después de que el Times informó que Infantino se había reunido con Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid, y habían discutido los detalles de un plan según el cual los clubes más ricos de Europa iban a cortar con la UEFA para formar su propia competencia independiente. Con esta maniobra, las potencias del fútbol de clubes como el Real Madrid, el Manchester United, la Juventus y otros abandonarían sus competencias nacionales.
Hasta la llegada de Infantino en 2016, la FIFA en esencia había permanecido en su carril en el tema del fútbol de clubes, satisfecha con organizar y monetizar la Copa del Mundo, el torneo multimillonario en el que participan las selecciones nacionales y que es responsable de más del 90 por ciento de las ganancias del organismo. Sin embargo, desde que se convirtió en el presidente de la FIFA, Infantino ha presionado más fuerte y más rápido que cualquier otro de sus predecesores para que el órgano rector del fútbol mundial obtenga una tajada de las riquezas disponibles en los campeonatos de clubes.
El año pasado, Infantino se vio obligado a abandonar el plan de un acuerdo por 25.000 millones de dólares con un grupo encabezado por el conglomerado japonés SoftBanf para organizar dos nuevos eventos, entre ellos un Mundial de clubes ampliado, después de la oposición de miembros del consejo de la FIFA, el cual encabeza Ceferin, y órganos representativos de ligas y clubes.
Ese revés provocó que la FIFA cambiara su estrategia. Primero buscó la aprobación del campeonato mundial de clubes cuatrienal, y descartó la idea de una liga de selecciones nacionales, antes de decir que iba lucrar con el evento. Sin embargo, durante los últimos meses, ha sostenido conversaciones con CVC Capital Partners, el otrora dueño mayoritario de la serie de Fórmula Uno. CVC, una de las firmas de capital privado más grandes del mundo, también tiene inversiones significativas en deportes como el rugby y las carreras de motocicletas.
La semana pasada, The Financial Times informó que la empresa había tenido pláticas con la FIFA y el Real Madrid, y que está interesada en convertirse en socia de la FIFA para otros eventos y competencias además de un solo torneo que se celebre cada cuatro años. Un vocero de CVC se negó a ofrecer comentarios.
Otras empresas también han mostrado interés en el proyecto, entre ellas Infront Sports & Media, una empresa de mercadotecnia en los deportes propiedad de Dalian Wanda Group, uno de los principales patrocinadores de la FIFA. Representantes de Infront, y al menos otras dos empresas interesadas en el torneo, expresaron su sorpresa de que la FIFA no hubiera sostenido pláticas preliminares con ellos antes de divulgar su solicitud de ofertas, pero también por el poco tiempo que dio para crear un plan para la fecha límite del 19 de diciembre.
La FIFA no respondió a un correo electrónico que le solicitaba ofrecer comentarios sobre la oferta pública, o sobre sus planes para tener una mayor participación en el fútbol de clubes.
El campeonato mundial de clubes que la FIFA organizó para 2021 contará con veinticinco equipos, y un partido clasificatorio que reducirá el torneo a veinticuatro equipos divididos en ocho grupos de tres equipos. En el formato actual del torneo, los ganadores de grupo llegarían a una ronda eliminatoria que culmina en una final. Europa (con ocho) y Sudamérica (con seis) proporcionarán la mayor parte de los equipos para el evento conforme el plan que describió la FIFA, la cual ha mencionado que el evento iba a llevarse a cabo durante quince días de partidos.