Cuando hablamos de riesgo político la tendencia es analizar cuáles serían esas posibilidades de un acto de expropiación de las inversiones realizadas.
Riesgo político medido a través de perder o afectar los derechos de propiedad o la tasa de retorno de una inversión por actos del Estado estuvieron en las decisiones empresariales alrededor del mundo por muchos años. La definición de riesgo político se ha extendido y hoy se consideran temas como el terrorismo, el ciber ataque, las redes sociales y el impacto de noticias falsas o campañas ciudadanas como parte de ella. El uso de mano de obra infantil para la manufactura de productos de una marca reconocida puede tener un impacto sobre la imagen de la empresa.
El robo de datos personales de los consumidores desde archivos digitalizados puede producir consecuencias desastrosas. El impacto de hechos inciertos o desconocidos requieren un plan de acción y mitigación. Hasta la fecha, los Estados Unidos no representaban un riesgo para las empresas. Se entendía a los Estados Unidos como el paladín del comercio libre, del respeto a la propiedad privada y de confianza en su sistema de justicia.
Esta realidad a cambiado con los años y desde que se establecieron en los Estados Unidos, las sanciones económicas como un instrumento de la política exterior norteamericana, el clima de negocios internacionales se ha visto afectado y requiere de analizar los medios para prevenir o mitigar esos nuevos riesgos.
Los Estados Unidos se ha dedicado a sancionar a empresas que directa o indirectamente comercian con naciones con quien mantienen una controversia política. Igualmente, sin dar mayores explicaciones descalifica a personas o empresas aduciendo causas tan dispares como comercio con un determinado país, sospecha de financiamiento o participación del terrorismo, narcotráfico, lavado de activos corrupción o inclinación de los propietarios con un político o jefe de Estado de un país sancionado. Esta sola designación constituye el peor de los impactos que una empresa puede sufrir en el ejercicio de sus actividades comerciales.
El riesgo Estados Unidos constituye una verdadera amenaza al comercio internacional y con efectos más destructivos que la simple expropiación de bienes por un Estado. ¿Están las empresas no americanas preparadas para resistir una designación en las listas OFAC del Departamento de Tesoro de los Estados Unidos? ¿Podrá contratarse un seguro contra el riesgo OFAC? ¿Cuáles serían los mecanismos de mitigación para resistir una designación en las listas OFAC? ¿Cómo los Estados protegerán a sus empresas por unas designaciones en la lista OFAC con suficiente capacidad de destruir un sector de su economía? ¿Cuándo la designación en la lista OFAC afecta un sector importante de la economía de un país podría esto considerarse una declaración de guerra contra el país afectado?
Son muchas las interrogantes que podrían surgir desde este tipo de acción. Ya no son los países comunistas, las dictaduras o los gobiernos fallidos los que determinan riesgo político. Ahora se suma Los Estados Unidos como el principal Estado generador del mayor riesgo político a la inversión en los países del mundo.
No estoy de acuerdo con usted. En primer lugar, ignorar el incremento del dinero de mal proceder dentro de la economía de cualquier país es peligroso, porque trae corrupción, pobreza, violencia etc., etc. Los Estados Unidos ya no puede ni debe permitir que los dineros sucios entren en la economía de otros países, ni la de ellos. En segundo lugar, después del ataque terrorista en los Estados Unidos, del 2011, surgió un nuevo estilo de guerra en contra de los terroristas, ya que estos usan el sistema bancario del país donde operan…. En tercer lugar, la evasión fiscal en los países desarrollados (Estados Unidos entre ellos), ha llevado a la creación de nuevos acuerdos y políticas internacionales, para tratar de recuperar estos dineros, que se quedan según ellos en los paraísos fiscales y castigar penalmente esta practica, para así desalentar a sus ciudadanos en esta practica (la evasión fiscal…)