El nuevo límite supondrá una reducción del 77% en las emisiones totales producidas por los buques.
Las nuevas reglas de la Organización Marítima Internacional (OMI) para reducir las emisiones de óxidos de azufre entraron en vigor en este 2020, en el marco del Anexo V del Convenio internacional para prevenir la contaminación por los buques, más conocido como el Convenio MARPOL.
El nuevo límite mundial del contenido de azufre del combustible de los buques se reduce al 0,50% del 3,50% que rigió hasta 2019. Este límite será obligatorio para todos los buques que operen fuera de ciertas zonas de control de emisiones designadas, donde el límite ya es del 0,10%.
Según la OMI, esta nueva regla supondrá una reducción del 77% en las emisiones totales producidas por los buques, lo que equivale a una reducción anual de aproximadamente de 8,5 millones de toneladas métricas de óxidos de azufre.
Como resultado, se prevé que disminuyan los derrames cerebrales, el asma, el cáncer de pulmón y las enfermedades cardiovasculares y pulmonares. Reducir las emisiones de azufre de los buques también ayudará a prevenir la lluvia ácida y la acidificación de los océanos, lo que beneficiará a los cultivos, los bosques y las especies acuáticas.
La decisión de reducir el límite mundial de azufre en el fueloil de los buques al 0,50% se tomó en 2008 y se confirmó nuevamente en octubre de 2016.
A través de estos últimos años, la OMI ha publicado una serie de documentos para ayudar al sector del transporte marítimo y sus Estados Miembros a prepararse, incluidas las orientaciones sobre la elaboración de un plan de implantación en el buque (que abordan cuestiones como la evaluación de riesgos para nuevos combustibles y la limpieza de tanques) y las directrices sobre la supervisión por el Estado rector del puerto.
El Secretario General de la OMI, Kitack Lim, dijo: “Durante los últimos tres años, los Estados Miembros de la OMI, la industria naviera y los proveedores de combustible han trabajado incansablemente en la preparación para este cambio importante en el contenido de azufre del combustible de los buques. Estoy seguro de que los beneficios se apreciarán pronto y que la implantación se realizará sin contratiempos”.
“Estoy muy agradecido por todos los esfuerzos realizados por las refinerías, los armadores, la gente de mar, las organizaciones del sector, entre otros, para prepararse para este cambio de enorme importancia, que supondrá importantes beneficios positivos para la salud humana y el medio ambiente”, añadió.