El gobierno ha descubierto la creciente prosperidad asiática, así como el interés de los fondos soberanos de algunos países ricos.
La política exterior panameña desde el año 2017 ha estado enfocada a buscar mayores lazos de relaciones comerciales con China y los tigres asiáticos. La riqueza está en Asia. Sin embargo, debemos reconocer que establecer relaciones y entendimientos requiere conocimiento de la cultura, historia, idiosincrasia y economías de estos países.
No podemos confundir a un japonés, de un chino o coreano. No podemos agasajar a una comitiva de Indonesia sirviendo carne de cerdo o una comitiva hindú con un bistec encebollado. Hace cincuenta años atrás idiotizarse con una mentalidad occidental para ver el mundo era algo entendible. Los países ricos eran occidentales y sus idiosincrasias muy similares.
Hoy, tenemos una realidad fáctica distinta y perdemos mucho en la traducción. A diferencia de otros países de la región nosotros en Panamá tenemos la gran ventaja de contar con un recurso humano panameño multicultural, con capacidad para intermediar en esas necesarias relaciones bilaterales entre países. Utilicemos ese recurso humano para engrandecer el país. Son nuestros mejores canales de comunicación.
Dejemos de ver los cargos diplomáticos como espacios políticos, estaciones para realizar chanchullos o lucro, premiar a un aliado o exiliar a un contrincante. No estamos preparados para entender los códigos, los modales, la idiosincrasia de estos pueblos, sin embargo, tenemos un afán extraordinario por la inversión y las transferencias tecnológicas y de conocimiento desde esa región del mundo.
Sin una buena estrategia que sensibilice esos acercamientos con un genuino conocimiento de los actores políticos y los países representativos es muy difícil lograr resultados. Recientemente una nota de prensa publicó el interés de Dubai Ports World en invertir en el sector logístico. Se desprende de las noticias, su interés por un parque logístico y Corozal parece no contar con terrenos para ese propósito a menos que se sacrifique la construcción de un nuevo puerto. La respuesta panameña fue proponer un modelo conceptual en el área de Panamá Pacífico.
No sé si nuestros funcionarios se han percatado que Panamá Pacífico tiene como inversionista a un Fondo de Qatar y Dubái que es parte de los Emiratos Árabes mantiene junto con la Arabia Saudita un bloqueo total al Emirato de Qatar. ¿Tiene viabilidad una propuesta de ese tipo? Alguien detectó y advirtió de esta realidad política antes de poner la propuesta en la mesa. La propuesta suena indecorosa tanto para una como a la otra parte y nos expone frente tercero de una falta de tacto o conocimiento político. Algo parece perderse en la traducción.
Mas, informacion, por favor