El pontífice desea que la exhortación apostólica se centre en los desafíos ecológicos, sociales y pastorales y no tanto en el fin del celibato.
El papa Francisco divulgó este miércoles la exhortación apostólica “Querida Amazonia”, un texto muy esperado en el que evitó pronunciarse sobre los curas casados y denunció las empresas que siembran la “injusticia y crimen” en este territorio azotado por la devastación y la pobreza.
El texto, de unas 24 páginas, dividido por capítulos, generó mucha expectativa porque el papa argentino elude el delicado tema del celibato, defendido con vehemencia por los sectores ultraconservadores.
Con esa decisión Francisco desea que la exhortación apostólica se centre en los desafíos ecológicos, sociales y pastorales y no tanto en el fin del celibato, tema que divide profundamente a la iglesia.
Para Andrea Tornielli, director de comunicación del Vaticano, Francisco quiso evitar que la exhortación se convierta “en un referéndum” sobre la posibilidad de ordenar curas a hombres casados.
En papa en cambio denuncia a las empresas nacionales y multinacionales que siembran la “injusticia y crimen” en la Amazonia y violan los derechos de los pueblos autóctonos.
“A los emprendimientos, nacionales o internacionales, que dañan la Amazonia y no respetan el derecho de los pueblos originarios al territorio y a su demarcación, a la autodeterminación y al consentimiento previo, hay que ponerles los nombres que les corresponde: injusticia y crimen”, escribió.
El papa señala lo que llama “los grandes sueños” para la Amazonia, defiende la “ecología humana” que tiene en cuenta a los pobres y valoriza las culturas indígenas.
“Sueño con una Amazonia que luche por los derechos de los más pobres, de los pueblos originarios, de los últimos”, escribe en el primer capítulo.
En el texto, divulgado cuatro meses después del sínodo o asamblea en el Vaticano con todos los obispos de la región, el papa insta a fomentar una “iglesia misionera” con rostro amazónico.
En este documento, que el Vaticano califica de “carta de amor de Francisco”, se intenta calmar los ánimos entre conservadores y progresistas por la polémica cuestión del celibato.
No obstante, la omisión de este tema decepcionó a los sectores que pedían la excepción para esa zona del mundo.
El fin del celibato en la Amazonia fue en efecto una de las propuestas más innovadoras hechas por los religiosos de la región, con 34 millones de habitantes y 400 tribus indígenas, debido a la escasez de curas y al avance imparable de los evangélicos.
El rechazo del papa a abordar al pedido de los obispos latinoamericanos de autorizar excepcionalmente la ordenación de hombres casados intachables para la región amazónica, es considerada como una victoria de los sectores más conservadores.
“El papa cedió a la presión y no aprobará la ordenación de curas casados”, comentó decepcionado José Manuel Vidal, de la página católica Religión Digital.
Con un lenguaje moderno, en el que cita a Pablo Neruda, Mario Vargas Llosa y al padre Pedro Casaldáliga, la exhortación papal se concluye con un poema dedicado a la Madre de la Amazonia.
Francisco traza también el camino para hacer frente a las necesidades espirituales de los habitantes de la selvas amazónicas, reforzando el papel del misionero, pero cierra la puerta a las mujeres diaconisas.
Reconocer ministerios a la mujer sólo conseguiría “clericalizar a las mujeres, disminuiría el gran valor de lo que ellas ya han dado y provocaría sutilmente un empobrecimiento de su aporte indispensable”, escribió.
La exhortación “deja a muchos con la sensación de que Bergoglio no se ha atrevido a ir más allá”, comentó Vidal.