Hoy ya es una realidad y 2.500 instructores, que representan un tercio de la coalición, se fueron o están a punto de hacerlo.
Nuevos cohetes cayeron este jueves contra intereses extranjeros en Irak, donde cada vez más países retiran su tropas extranjeras por temor al coronavirus pero también para luchar contra la pandemia en sus propios territorios.
En 2017 Irak declaró la victoria sobre el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que durante un tiempo controló gran parte del territorio nacional.
Desde entonces la coalición contra el EI liderada por Washington –cuyo apoyo aéreo, sus instructores y sus fuerzas especiales fueron cruciales– ya advertía de que iba a retirar sus tropas.
Hoy ya es una realidad y 2.500 instructores, que representan un tercio de la coalición, se fueron o están a punto de hacerlo. Además los entrenamientos están suspendidos por el coronavirus.
La semana pasada todos los extranjeros de la base de Al Qaim, en la frontera con Siria, se fueron, incluyendo franceses y estadounidenses.
Este jueves fue el turno de 800 militares y subcontratados civiles, principalmente estadounidenses y franceses, que abandonan Al Qayyarah (norte).
Con una mascarilla en el rostro, los generales de la coalición y los iraquíes firmaron oficialmente la entrega de los cuarteles de la coalición a las tropas iraquíes, indicaron los periodistas de la AFP en esta base aérea.
– Retirada completa o parcial –
Reino Unido y Australia, entre otros, solo retirarán a sus instructores de Irak y mantendrán al “personal esencial”.
Pero países como Francia empezaron a retirar a sus 200 soldados. También lo hizo República Checa, que tenía 30 hombres en el país.
La coalición asegura coordinar estos movimientos desde hace meses y dice haber acelerado el proceso con la propagación del nuevo coronavirus.
La enfermedad ya mató a 29 iraquíes y contaminó a casi 350, provocando numerosos fallecimientos en países con presencia en Irak, como España o Francia.
Si la amenaza del EI es ahora muy limitada, la coalición y la presencia extranjera en Irak están bajo la amenaza de facciones armadas que quieren expulsar a los estadounidenses del país.
En seis meses se registraron 26 ataques contra intereses extranjeros. Este jueves dos cohetes cayeron en la Zona Verde de Bagdad, donde hay entre otros la embajada de Estados Unidos, según el ejército iraquí.
Durante mucho tiempo estos ataques no habían sido reivindicados pero Washington acusa desde el principio a las facciones armadas pro-Irán de ser responsables.
Desde que estos ataques mataron a tres estadounidenses y a una británica, un misterioso grupo empezó a reivindicarlos.
En vídeos publicados tras dos ataques recientes contra bases de la coalición, aparecen hombres armados, con la cara cubierta y la voz modificada reivindicando los disparos de cohetes en nombre de una “Liga de Revolucionarios”, un grupo desconocido hasta ahora.
– “Satanás estadounidense” –
En sus vídeos acompañados de música y banderas, el grupo amenaza al “Satanás estadounidense” y jura vengar “a sus víctimas”. En los últimos meses varios ataques estadounidenses mataron a decenas de combatientes pro-Irán en el país.
Según los altos responsables de la coalición este grupo es una cortina de humo. “Son disidentes que se reagrupan. Al final son los mismos actores que se organizan de una manera un poco diferente”, asegura uno de ellos.
La muerte en enero del poderoso general Qasem Soleimani, emisario de Teherán en Irak, que falleció junto a su lugarteniente iraquí en un ataque estadounidense en Bagdad, llevó a la mayoría (chiita) del parlamento a pedir la expulsión de las tropas extranjeras lideradas por Washington, que incluyen 5.200 estadounidenses.
La retirada de las topas extranjeras parece interesar poco a la opinión pública, más preocupada por la pandemia de covid-19 que podría ser catastrófica en un país con falta de medicamentos, médicos y hospitales.
Irak sigue además sin gobierno, en manos de momento de Adel Abdel Mahdi, el primer ministro que dimitió. Su ejecutivo prorrogó este jueves dos semanas el toque de queda total en el país.
Adnane Zorfi, el nuevo primer ministro designado, prefirió hacer promesas sobre sanidad sin hablar de la retirada de tropas.
Por otra parte Estados Unidos renovó pero solo por 30 días la exención de sanciones a las compras de Irán, indispensables para gobierno para obtener buena parte de su electricidad, indicaron a la AFP altos responsables.