Excepto los restaurantes y cafés, para los cuales se tomará una decisión a finales de mayo. También seguirán cerrados hasta nuevo aviso los grandes museos del país, como el Louvre, los cines, teatros y salas de concierto.
El primer ministro de Francia, Edouard Philippe, anunció este martes la reapertura a partir del 11 de mayo de todos los comercios del país, excepto los restaurantes y cafés, y el uso obligatorio de mascarillas en los transportes públicos.
“Tendremos que vivir con el virus”, dijo Philippe durante un discurso en el parlamento en el que detalló el plan de acción para salir gradualmente del confinamiento impuesto a los 67 millones de franceses desde hace seis semanas por la pandemia de COVID-19.
El desconfinamiento, que iniciará el 11 de mayo, se llevará a cabo de forma “progresiva” para “evitar una segunda ola de contagios”, añadió el premier francés.
Todos los comercios podrán abrir a partir del 11 de mayo, excepto los restaurantes y cafés, para los cuales se tomará una decisión a finales de mayo. También seguirán cerrados hasta nuevo aviso los grandes museos del país, como el Louvre, los cines, teatros y salas de concierto.
El porte de mascarillas será obligatorio en los transportes públicos y recomendado en los comercios a partir de la misma fecha.
“Recibiremos cerca de 100 millones de mascarillas quirúrgicas por semana”, aseguró Philippe, tras severas críticas sobre una escasez crónica de mascarillas en el país desde el inicio de la epidemia.
El primer ministro instó también a los franceses a seguir trabajando desde sus casas, en los casos en los que sea posible, “al menos en las próximas tres semanas”. Para quienes no pueden hacerlo, pidió a las empresas escalonar los horarios de trabajo para disminuir la presencia simultánea de los trabajadores.
Seguirán prohibidas tras el inicio del desconfinamiento las reuniones de más de 10 personas, tanto en lugares públicos como privados, las ceremonias religiosas y los entierros con más de 20 personas.
El coronavirus ha matado en Francia a más de 23.000 personas desde inicios de marzo, pero tras 43 días de cuarentena la epidemia se desacelera (437 decesos más en 24 horas el lunes frente a 833 el 6 de abril).
En otra señal esperanzadora, el número de personas en cuidados intensivos (4.608) cayó el lunes por noveno día consecutivo, con 74 enfermos menos.