En total se registraron 250.203 fallecimientos en el mundo (por 3.570.093 casos), 145.023 de ellos en Europa (1.572.178 casos), el continente más afectado, según cifras oficiales.
El coronavirus dejó más de 250.000 muertos en el mundo y continuará matando en los próximos meses, a pesar de una reducción del número de contagios que ha llevado a numerosos países a levantar parcialmente el confinamiento de su población.
En total se registraron 250.203 fallecimientos en el mundo (por 3.570.093 casos), 145.023 de ellos en Europa (1.572.178 casos), el continente más afectado, según cifras oficiales.
Estados Unidos es el país con más muertos (68.689) y pese al balance diario más bajo desde abril se superarán probablemente los 100.000 muertos en junio, según varios modelos de previsión epidemiológica.
Uno de estos modelos, el del Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME), revisó el lunes al alza sus previsiones desde 72.000 hasta casi 135.000 muertos en Estados Unidos hasta el 4 de agosto, a causa de la salida prematura del confinamiento de algunas regiones del país.
El domingo el presidente Donald Trump reconoció que su iba a “perder” a 75.000, 80.000 o incluso 100.000 personas.
El balance de muertes diarias disminuyó en los últimos días en Europa, donde unos quince países empezaron a levantar las restricciones que impusieron durante semanas pero con prudencia, para evitar una segunda ola de contaminación.
– Buscando una vacuna –
Una vacuna es “nuestra mejor oportunidad colectiva para vencer al virus”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
“Tenemos que desarrollarla, producirla y desplegarla en todo los rincones del mundo, a precios asequibles”, añadió la responsable de poner en marcha una conferencia de donantes.
La conferencia en línea permitió reunir 7.400 millones de euros para financiar la investigación sobre una vacuna.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que solo el descubrimiento de una vacuna o de un tratamiento podrá poner fin a la pandemia, que obligó a miles de millones de personas en todo el planeta a quedarse en sus casas durante semanas y que paraliza la economía mundial.
Un centenar de proyectos de vacunas están en marcha en el mundo, diez de ellos en fase de ensayos clínicos, según la London School of Hygiene and Tropical Medicine.
Mientras tanto la vida vuelve a cierta normalidad en muchas partes del planeta. California, el primer estado estadounidense en haber decretado el confinamiento, empezará a levantar algunas restricciones esta semana, anunció el lunes el gobernador Gavin Newsom.
“Millones de californianos respetaron las reglas del confinamiento y gracias a ellos estamos preparados para empezar la próxima etapa”, declaró el gobernador demócrata, bajo presión constante para levantar las restricciones y reactivar la economía de California, con el quinto Producto Interior Bruto (PIB) más importante del mundo.
En Venezuela, el coronavirus (con un balance oficial de 361 contagiados y diez fallecidos) se suma a la peor crisis de la historia reciente del país, con hiperinflación y seis años de recesión económica.
El lunes un joven de 21 años murió durante una protesta por los habituales cortes eléctricos en Mérida, en el oeste, en medio de la cuarentena decretada en marzo por el gobierno del socialista Nicolás Maduro.
– Economía o salud –
En todo el mundo existe el mismo dilema entre precaución sanitaria y necesidad de retomar la actividad económica.
En Estados Unidos la pandemia afecta de lleno a los obreros de Haití que trabajan en el sector avícola, una mano de obra barata pero vital en un país que teme la escasez de carne.
“Cada día rezo a Dios para que no me pase nada” dice a la AFP Tina, una empleada en una planta avícola de Georgetown, en Delaware. “Me gustaría quedarme en casa con mis tres hijos pero no tengo otro remedio, llegan facturas de todas partes”, dice esta mujer de 27 años.
En Europa, con muchas precauciones, quince estados decidieron levantar el lunes parte de las medidas de confinamiento.
Es el caso de España, uno de los países más afectados del mundo con 25.000 fallecidos y que empezó un desconfinamiento por fases tras una parálisis de la economía durante semanas.
El gobierno anunció el martes 282.891 nuevos desempleados en abril, con lo que el total de demandantes de empleo supera los 3,83 millones de personas, un 8% más que en marzo.
En Reino Unido, más de seis millones de personas están en desempleo parcial por la pandemia.
“Esta experiencia nos va a ayudar a madurar como médicos y como personas, a valorar la vida de otra manera” dice Ana Rubio, de 28 años, una joven médica que convive con tres colegas y trabaja en el hospital Gregorio Marañón de Madrid, que se desbordó al principio del brote.
En Italia los parques volvieron a abrir, en Alemania lo hicieron los lugares de culto y los museos y se vieron colas en las peluquerías.
“Tenía muchas ganas de salir de nuevo, volver a tener vida social y recortarme la barba para dejar de parecer un oso”, bromea Alexis Protopappas, en Atenas (Grecia).
Países como Portugal, Serbia, Bélgica, Austria, Turquía, Israel, Nigeria, Túnez o Líbano también empezaron a facilitar la libertad de movimiento.
“Acabamos de vivir un mes de hambre y de pena. Ahora puedo ganar dinero otra vez y alimentar a mi familia”, dijo Ganiyu Ayinla, un conductor de minibús en Lagos (Nigeria).
– Vuelve el béisbol a Corea del Sur-
En Corea del Sur la temporada de béisbol se reanuda el martes con cinco partidos a puerta cerrada que marcan la esperada vuelta de este deporte en el país, uno de los primeros focos de coronavirus en el mundo.
Sin embargo hay partes del mundo que siguen confinadas. Montréal, en Canadá, decidió mantener las restricciones una semana mas a causa del escaso número de camas en los hospitales.
En la isla francesa de Mayotte, en el océano Índico, el inicio del desconfinamiento previsto el 11 de mayo fue aplazado porque “el virus circula libremente”, dijo el primer ministro francés Edouard Philippe.
En Japón, el primer ministro anunció la prórroga hasta el 31 de mayo del estado de urgencia, mucho menos severo que en Europa.
En paralelo siguen acumulándose los malos datos económicos.
El gobierno australiano anunció el martes que su economía perdía cada semana 4.000 millones de dólares australianos (2.500 millones de dólares) por el confinamiento.
En Francia, la petrolera Total anunció el martes una caída del 99% de su beneficio netos en el primer trimestre, hasta 34 millones de dólares, frente a los 3.100 millones de hace un año, a causa de la caída del precio del petróleo.