Durante la década de 1990, Norma McCorvey reapareció públicamente como una ferviente oponente al aborto tras haberse convertido al protestantismo evangélico y luego al catolicismo.
La mujer que protagonizó la decisión de la Corte Suprema en 1973 de legalizar el aborto en Estados Unidos, conocida como “Roe v. Wade”, dijo que organizaciones antiaborto le pagaron años después para denunciar la histórica sentencia, según un documental que será difundido el viernes.
En 1969, después de que el Estado de Texas le prohibió abortar, Norma McCorvey acudió ante la justicia estadounidense, que se refirió a ella con el seudónimo de “Jane Roe”.
El caso llegó a la Corte Suprema, que finalmente dictaminó el 22 de enero de 1973 que, en virtud de su derecho a la intimidad, una mujer podía legalmente interrumpir un embarazo.
Pero años más tarde, durante la década de 1990, Norma McCorvey reapareció públicamente como una ferviente oponente al aborto tras haberse convertido al protestantismo evangélico y luego al catolicismo.
En el documental “AKA Jane Roe”, que transmitirá el canal FX el viernes, ella afirma, sin embargo, que recibió dinero para ser la figura emblemática de las organizaciones antiaborto de Estados Unidos.
“Fue mutuo. Yo tomé su dinero y ellos me pusieron frente a las cámaras y me dijeron qué decir, y eso fue lo que dije”, sostiene McCorvey en el documental, algunos extractos del cual han sido vistos por medios estadounidenses.
“Yo era una figura importante”, explica al director de la cinta, Nick Sweeney, quien la conoció unos meses antes de su muerte en 2017, a los 69 años.
A la pregunta de “¿Todo esto fue un número?”, ella responde: “Sí, y lo hice bien. Soy una buena actriz, claro que no estoy actuando en este momento”.
“Si una mujer joven quiere practicarse un aborto, está bien. No me importa, ya sabes. Se llama elección, es tu elección”, le dice McCorvey, en lo que ella misma llama una “confesión en mi lecho de muerte”.
Este polémico asunto divide profundamente a los estadounidenses, muchos de los cuales se oponen al aborto por motivos religiosos. Varios estados conservadores han aumentado recientemente el número de leyes restrictivas para acceder a una interrupción voluntaria del embarazo.