El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU señaló que en los once países donde opera en la región, el número de personas que enfrentan una grave inseguridad alimentaria ha pasado de 3,4 millones a principios de años a 14 millones.
La crisis del nuevo coronavirus está empujando a 40 millones de personas a una situación de inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe, advirtió el martes Naciones Unidas, que pidió medidas urgentes para evitar una “pandemia de hambre”.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU señaló que en los once países donde opera en la región, el número de personas que enfrentan una grave inseguridad alimentaria ha pasado de 3,4 millones a principios de años a 14 millones.
Pero incluir a las personas en inseguridad alimentaria moderada elevaría esta cifra a alrededor de 40 millones, debido al impacto socioeconómico de la pandemia, declaró el martes Miguel Barreto, director regional del PMA para América Latina y el Caribe.
La advertencia llega en un momento en el que se han superado las 80.000 muertes por covid-19 en América Latina y el Caribe, de acuerdo con un recuento de la AFP basado en fuentes oficiales, mientras el virus se acelera en la región.
“Estamos realmente preocupados por esta tendencia de salud”, indicó Barreto a los periodistas en Ginebra a través de un enlace de video desde Panamá.
“Desafortunadamente la noticias tampoco son buenas cuando se trata de la situación de seguridad alimentaria”, continuó. “Nuestras proyecciones pintan una imagen sombría. Necesitamos actuar rápidamente para prevenir que esta crisis se convierta en una pandemia de hambre”, alertó.
– Cosechar miedos –
En la región, el PMA opera en los países del llamado Corredor Seco en América Central: El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua; así como en Ecuador, Bolivia Colombia y Perú en Sudamérica; en Cuba, República Dominicana y Haití en el Caribe.
Barreto explicó que las principales preocupaciones eran Haití, el Corredor Seco, y los migrantes en Sudamérica.
En Haití, el número de personas en grave inseguridad alimentaria se ha duplicado de 700.000 en diciembre a más de 1,7 millones.
Allí, al igual que en el Corredor Seco, “tuvieron una sequía a finales de 2019. Ahora, con la covid-19, están más impactados y devastados y estas personas están sufriendo mucho”, declaró Barreto.
Si la próxima cosecha en septiembre es pobre, “la situación va a deteriorarse más”, alertó.
Barreto afirmó a la AFP que el PMA necesitaba 400 millones de dólares para dar asistencia en la región solo en 2020, pero por ahora, el pronóstico de ayuda financiera era “muy bajo”.
Aunque el PMA no opera en Venezuela –desde donde casi cinco millones de venezolanos han emigrado desde 2015 a causa de la precaria situación socieconómica en el país–, la organización está negociando con el gobierno y espera volver para antes del final de 2020, tras 45 años de ausencia.