El virus del Covid-19 le pone nuevas reglas a la Carpa Grande.
Pruebas de coronavirus cada dos días, tanto para los jugadores como para los entrenadores. Los lanzadores podrán llevar en el bolsillo un trapo mojado para humedecerse los dedos, en vez de lamérselos. Quienes no sean jugadores deberán usar cubrebocas en el banquillo y en el “bullpen”. Y no se podrá usar el transporte público para ir al estadio, también están prohibidas las comidas colectivas, los saunas, las peleas, los escupitajos, así como el consumo de tabaco para mascar o semillas de girasol.
¿Ya lo anotaron todo?
Estas son solo algunas de las numerosas reglas nuevas que los equipos del Béisbol de las Grandes Ligas (MLB, por su sigla en inglés) deberán implementar para la temporada 2020, que será más corta. Esta semana, después de meses de negociaciones sobre los sueldos y la cantidad de partidos que se jugarán, el MLB y el sindicato de jugadores finalizaron su plan de temporada, que incluye un manual de operaciones de 113 páginas que regirá esta temporada inédita de 60 juegos, sin la presencia de fanáticos en las gradas.
“Hay muchas cosas a las que tendremos que acostumbrarnos”, dijo Seth Lugo, lanzador de los Mets de Nueva York.
A diferencia de otras ligas profesionales que jugarán en un solo escenario, el MLB jugará en los estadios de los equipos, y la temporada regular comenzará el 23 o el 24 de julio después de una segunda ronda de entrenamiento de primavera que empezará el 1.° de julio.
Incluso antes de que cualquier jugador se haya presentado oficialmente en sus campamentos, varios equipos, incluidos los Filis de Filadelfia, los Azulejos de Toronto, los Rockies de Colorado y los Yanquis de Nueva York, han tenido positivos en las pruebas de coronavirus que han hecho entre sus jugadores y los miembros del personal técnico.
“Este es un momento desafiante, pero lo enfrentaremos mientras seguimos trabajando juntos”, decía la introducción al manual del MLB. The New York Times pudo revisar una copia de las nuevas disposiciones. “El cumplimiento de los protocolos de salud y seguridad descritos en este manual aumentará nuestras probabilidades de éxito”.
Michael Saag, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Alabama en Birmingham, elogió el plan de salud y seguridad de las Grandes Ligas calificándolo como “bastante detallado”, en una entrevista telefónica realizada el miércoles.
“Según lo que se está planeando, es probable que un jugador corra un mayor riesgo de adquirir esta infección en la comunidad que mientras se dedica a actividades relacionadas con el béisbol”, afirmó Saag.
Un comité de cuatro personas, que incluye a médicos designados por la liga y el sindicato de jugadores, supervisará la implementación del plan. Cada equipo debe designar a un individuo para que sea el enlace de las medidas contra el coronavirus, con el fin de garantizar su cumplimiento.
Para facilitar las pruebas, el Laboratorio de Investigación y Pruebas de Medicina Deportiva, que normalmente ayuda a realizar las pruebas antidopaje de la liga, ha transformado una parte de sus instalaciones en Salt Lake City para aplicar pruebas del virus, y promete tener resultados cada 24 horas.
El manual designa diferentes sectores de personas asociadas con el deporte: el Nivel 1 consiste en los jugadores y el personal en el campo, como entrenadores y árbitros; el Nivel 2 contempla otro tipo de personal esencial, como los miembros de la oficina principal o el personal de entrenamiento de fuerza y acondicionamiento; en el Nivel 3 están otros trabajadores necesarios como los equipos de limpieza, que no entran en contacto con jugadores y entrenadores.
Antes de que se inicien los entrenamientos de primavera, los jugadores y el personal clave deben ser evaluados para detectar cualquier síntoma y posible exposición al virus, además se someterán a un examen que incluye una prueba de saliva o un hisopado oral / nasal y una muestra de sangre para realizar una prueba de anticuerpos.
Durante los entrenamientos de primavera y la temporada, los jugadores y el personal seleccionado tendrán que someterse a revisiones de temperatura y síntomas, dos veces al día, en las instalaciones del club. También tendrán termómetros digitales orales para que cada mañana se tomen la temperatura por su cuenta. Quienes tengan temperaturas superiores a los 38 grados Celsius o más no podrán ingresar a las instalaciones del equipo.
Los jugadores y el personal en el campo se someterán a pruebas del virus cada dos días, mientras que otros miembros del personal clave serán evaluados “varias veces por semana”. Las pruebas de anticuerpos se realizarán aproximadamente una vez al mes.
Si alguien da positivo por el virus, recibirá atención médica y se le pedirá que se aísle. Se realizará un rastreo de contactos y se desinfectarán las instalaciones del equipo.
El personal médico de los equipos debe identificar a los jugadores y miembros clave del personal técnico que corren mayor riesgo de contraer el virus por diversas razones como, por ejemplo, su edad o historial médico o porque viven con alguien que tiene un riesgo mayor de contagio. Esas personas podrían recibir un tratamiento especial, lo que incluye arreglos de transporte individual.
Si, después de consultar con el médico del equipo, un jugador que entra en la categoría de mayor riesgo decidiera no jugar esta temporada, entrará a la “Lista de Lesiones Relacionadas con COVID-19” y seguirá disfrutando de sus beneficios y salarios. La lista de COVID-19 no tendrá límites de tiempo y también estará disponible para los jugadores que den positivo por el virus, los que hayan estado expuestos a un caso confirmado o aquellos que presenten síntomas.
El manual incluye 11 páginas de diagramas para garantizar el distanciamiento social durante los entrenamientos en el campo, en la zona de la banca del equipo, las jaulas de bateo y los “bullpens”. Además, el manual incluye otras disposiciones como:
– Los jugadores deben mantener al menos 1,80 metros de distancia entre sí en los vestidores y, si es necesario, se debe proporcionar espacio adicional en esa zona.
– Aunque no está prohibido, no se recomienda que los jugadores se duchen en los vestidores.
– Los jugadores inactivos deben sentarse a 1,80 metros de distancia en las gradas.
– La comida de la sede del club debe servirse en envases individuales.
– Los jugadores (o entrenadores) que salgan de sus posiciones para discutir con los árbitros o se acerquen a menos de 1,80 metros de un jugador o entrenador del equipo contrario podrán ser expulsados del campo y enfrentar medidas disciplinarias.
– Cualquier pelota que sea tocada por múltiples jugadores será remplazada.
– El equipo que viaja se registrará y entrará en los hoteles de manera privada para evitar interacciones con el público.
– Los miembros del equipo visitante “no pueden salir del hotel para comer ni acudir a ningún restaurante (en el hotel o en otra parte) abierto al público”. Tendrán acceso a un comedor privado en el hotel y podrán utilizar el servicio de comida a la habitación o el de entrega de alimentos.
– Las visitas a las habitaciones del hotel solo estarán permitidas para otros miembros del equipo visitante o sus familiares más cercanos.
Teniendo en cuenta lo que está en juego, algunos jugadores han dicho que deben vigilar su conducta fuera del campo para evitar el tipo de brotes de virus que se han producido en el fútbol profesional femenino o el fútbol americano universitario por las visitas a bares o clubes nocturnos.
El miércoles por la tarde, Lugo dijo que solo había leído un resumen de tres páginas del manual del MLB que sus agentes le enviaron. Pero debido a la complejidad de los protocolos y el virus, Lugo, quien vive en Luisiana, dijo que esperaba obtener más información cuando llegue a Nueva York esta semana. Según el manual, los jugadores y los empleados recibirán capacitación obligatoria sobre el virus durante todo el año.
“Mucho de esto es sentido común”, dijo Lugo sobre las nuevas reglas. “Simplemente, no toques a nadie”.