El organismo gubernamental británico encargado de ciberseguridad afirmó que un grupo de ‘hackers’ rusos atacó organizaciones británicas.
El embajador de Rusia en el Reino Unido rechazó, en una entrevista que será difundida el domingo, la implicación de Moscú en los ataques informáticos para robar información sobre la investigación de una vacuna contra el coronavirus.
Esas acusaciones, formuladas por Reino Unido, Canadá y Estados Unidos esta semana sobre la implicación, “casi con toda seguridad”, de los servicios de inteligencia rusos, “no tienen ningún sentido”, consideró Andrei Kelin en el programa sobre actualidad política que emite la BBC los domingos, “The Andrew Marr Show”.
“No me creo en absoluto esta historia, no tiene ningún sentido”, subrayó, precisando que había oído hablar por primera vez de esos ‘hackers’ por los medios británicos.
Según él, es imposible atribuir actos de piratería informática a un país en particular.
No obstante, el organismo gubernamental británico encargado de ciberseguridad afirmó que un grupo de ‘hackers’ rusos atacó organizaciones británicas, canadienses y estadounidenses para robar sus investigaciones sobre una vacuna contra el SARS-CoV2.
Asimismo, Andrei Kelin desmintió las afirmaciones del gobierno británico de que “actores rusos” intentaron interferir en las elecciones legislativas del 12 de diciembre haciendo circular, durante la campaña, documentos sobre un posible acuerdo comercial entre Londres y Washington después del Brexit.
Más allá de esas dos cuestiones espinosas, Rusia “está dispuesta a pasar página” de las recientes crispaciones diplomáticas con Londres y a “hacer negocios” con el Reino Unido, declaró el embajador ruso en la BBC.
Las relaciones entre Londres y Moscú se enfriaron desde el envenenamiento, en territorio británico, del exagente ruso Sergei Skripal, en la ciudad de Salisbury (suroeste).
Rusia negó toda implicación, pero el caso desembocó en una oleada de expulsiones cruzadas de diplomáticos entre Londres y sus aliados y Moscú. Ambos países no reanudaron contactos hasta febrero de 2019, once meses después de haberlos interrumpido.