O’Brien no es el primer asistente presidencial en infectarse, pero la Casa Blanca ha tomado estrictas precauciones.
Un cercano asesor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se contagió de coronavirus, cuando el mandatario apuesta por el rápido descubrimiento de una vacuna para contener la pandemia de covid-19, y aumentar sus posibilidades de reelección el 3 de noviembre.
La Casa Blanca anunció el lunes que el consejero de Seguridad Nacional de Trump, Robert O’Brien, cuyo puesto lo convierte en uno de los funcionarios más en contacto con el presidente, dio positivo a la prueba de covid-19.
O’Brien no es el primer asistente presidencial en infectarse, pero la Casa Blanca ha tomado estrictas precauciones y el presidente hasta ahora ha escapado del virus.
Para Trump, la crisis sanitaria no se resolverá paralizando las actividades del país, sino con nuevas vacunas y medicamentos.
“La solución no llegará a través del tapabocas o el cierre de la economía, esperamos que sea el genio estadounidense que permita que las terapias y las vacunas prevalezcan”, dijo el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, en declaraciones a la cadena ABC el domingo.
Washington ha destinado al menos 6.300 millones de dólares desde marzo para financiar proyectos de vacunas, en grandes laboratorios como Johnson & Johnson, Pfizer y AstraZeneca, y en dos pequeñas empresas de biotecnología, Novavax y Moderna.
Todo esto sin contar los miles de millones de dólares adicionales para financiar el desarrollo de tratamientos contra la covid-19, la construcción de plantas de producción, así como la fabricación de jeringas y otros insumos médicos.
Trump visitará el lunes el sitio de producción de la vacuna experimental de Novavax, que recibió 1.600 millones de dólares a principios de julio.
El presidente bautizó sus esfuerzos contra la covid-19 como Operación “Warp Speed” (un término de ciencia ficción que significa “más rápido que la velocidad de la luz”) y no oculta que su objetivo es vacunar a Estados Unidos primero, lejos de la retórica europea sobre la vacuna como un “bien público global”.
La operación se ha fijado el objetivo de tener 300 millones de dosis de una vacuna para enero de 2021. Y dado que no existe garantía en cuanto a la efectividad de ninguno de los proyectos, los contratos con tres de los desarrolladores (AstraZeneca, Novavax, Pfizer) ya prevén la entrega prioritaria a Estados Unidos de 500 millones de dosis, según anuncios públicos.
“Espero que el proceso de autorización vaya muy rápido”, dijo el presidente estadounidense la semana pasada al anunciar el acuerdo de 1.950 millones de dólares con Pfizer.
“Creemos que es bueno y que otras compañías detrás de esto también lo están haciendo muy bien y están muy por delante”, señaló.
– Ensayos a gran escala –
Washington ha firmado acuerdos con los dos proyectos de vacunas occidentales más avanzados (junto con los chinos Sinovac y Sinopharm): AstraZeneca (socio industrial de la Universidad de Oxford en Reino Unido) y Moderna, fundada en 2010.
Los dos han comenzado sus ensayos de fase 3, el último y más importante, en miles de voluntarios. Johnson & Johnson recién comenzó la Fase 1 el lunes en Tennessee.
Moderna inició la fase 3 el lunes en Estados Unidos y espera reclutar en los próximos meses 30.000 voluntarios. Oxford está probando su vacuna en el Reino Unido, Brasil y Sudáfrica.
¿Cuándo estarán disponibles los resultados?
En octubre, en el mejor de los casos, tal vez en noviembre, dijo el lunes en la cadena CNBC el jefe de Moderna, Stéphane Bancel, lo cual permitiría un anuncio antes de las elecciones.
Moderna, socio de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), un grupo de instituciones públicas estadounidenses centrados en la investigación médica, se verá beneficiado por el aumento de la epidemia en Estados Unidos, que ha estado registrando más 60.000 nuevos casos diarios.
Como la mitad de los participantes recibirán un placebo, cuantos más estén infectados, más probable será que la vacuna tenga que demostrar su efectividad en la mitad de los participantes que la habrán recibido.
La agencia de medicamentos estadounidense (FDA) dijo que para aprobar una vacuna contra la covid-19, los patrocinadores deben demostrar que es al menos 50% efectiva en un ensayo con placebo.
“Desafortunadamente, como dijo el Dr. Fauci (Anthony Fauci, principal experto estadounidense en enfermedades infecciosas), debido a todos los contagios en Estados Unidos, en el Sur y ahora en el Oeste, todo esto debería ayudar al desarrollo”, señaló Bancel.