La isla, que cuenta hoy con 1,2 millones de habitantes, fue un bien precioso para una sucesión de imperios a lo largo de los siglos.
Chipre celebra el domingo los 60 años de su independencia del Reino Unido sin grandes fastos, ya que la isla mediterránea miembro de la Unión Europea sigue dividida y alberga bases extranjeras así como una fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU.
“En aquella época, la independencia era un compromiso que ninguna de las partes en conflicto quería”, explica Hubert Faustmann, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Nicosia.
La isla, que cuenta hoy con 1,2 millones de habitantes, fue un bien precioso para una sucesión de imperios a lo largo de los siglos. La historia moderna la dejó dividida entre un sur de habla griega y un norte de habla turca.
“Dos bases británicas, una Constitución desordenada cuando se fueron, y después la ocupación turca […]¿Qué independencia?”, se pregunta Georgios Afxentiou, quien administra un restaurante grecochipriota en Nicosia.
Una parte de la comunidad grecochipriota, mayoritaria en la isla, combatió entre 1955 y 1959 para el movimiento Enosis, una unión de larga data con Grecia, la “madre patria”. Finalmente aceptó la oferta de independencia del Reino Unido en 1960, a condición de que Londres conservara su soberanía en dos bases costeras.
La independencia llegó tras 82 años de dominación británica, acordada por los Otomanos a cambio de un apoyo militar contra Rusia. Acababa así con siglos de dominación por una serie de imperios, especialmente desde finales del siglo XII al siglo XVI. Finalmente, los británicos apreciaron su situación estratégica, sobre todo tras la catástrofe de Suez (Egipto) en 1956.
El día de la independencia, el domingo, “realmente no es importante”, la mayoría de los chipriotas irán a la playa, estima Giannis Ioannou, fundador del grupo de reflexión Geopolitical Cyprus.
La República de Chipre aplazó hace tiempo las conmemoraciones al 1 de octubre, fecha elegida por “razones prácticas”, añade Ioannou, en referencia al extremo calor de mediados de agosto y a una importante fiesta cristiana.
– “República reticente” –
Por su parte, los turcochipriotas celebran la declaración de su Estado, no reconocido por la comunidad internacional, el 15 de noviembre de 1983, nueve años después de la invasión de Ankara en respuesta a un golpe de Estado apoyado por la junta que dirigía entonces Grecia.
“Chipre solo cuenta con un sentimiento de identidad bien anclado desde 2004”, cuando se unió a la Unión Europea, explica el profesor James Ker-Lindsay de la London School of Economics.
“A menudo llamada ‘la república reticente’, Chipre no considera la independencia como un símbolo de honor”, al contrario que otras antiguas colonias, dice.
Sesenta años después, este país aún carece de símbolos unificadores, como un himno nacional propio, observa el profesor.
La bandera, sobre la que figuran el mapa de la isla y los símbolos de paz en un fondo blanco, fue concebida como un emblema temporal por un profesor turcochipriota. Hoy en día, solo se utiliza en el sur de la isla, ampliamente superada por las banderas de Grecia o de Turquía.
Señal de esta división, una de las fuerzas de mantenimiento de la paz más antigua de Naciones Unidas patrulla todavía en una “línea verde” protegida por muros, vallas de alambre y sacos de arena. Esta línea atraviesa Nicosia, la única capital del mundo dividida en dos.
A partir de los años 2000, los puntos de entrada entre las dos partes se multiplicaron. Pero todos fueron cerrados estos últimos meses con la aparición de la epidemia de coronavirus.